Encuentro Anual de Colaboradores y Jesuitas

Con el inicio de febrero, el Colegio Máximo (San Miguel) recibió a jesuitas y colaboradores para el Encuentro anual de toda la Provincia Argentino Uruguaya jesuita. Este año, por los particulares desafíos de la pandemia, se extremaron los cuidados para que todo pudiera desarrollarse con la mayor normalidad posible.

Bajo una modalidad híbrida (presencial y virtual), el primer día se concentró en rezar y compartir las experiencias y desafíos de la pobreza, tanto personal como comunitaria, bajo la inspiración de la carta sobre el tema que el P. General compartiera con toda la Compañía en el mes de septiembre.

Por la mañana del 31/01, ‘Yolo’ Mosca sj –quien junto a Jorge Crovara celebran 50 años de sacerdocio- compartió los puntos de la oración a través de la síntesis y las tensiones permanentes que se dan respecto al voto de pobreza que nos desafían a un discernimiento constantes: “Esto supone –señala al finalizar-, ponerse en camino para disponerse a la gracia: revitalizar la oración de cada jesuita, la conversación espiritual en cada comunidad, la vivencia comunitaria de la Eucaristía y el discernimiento en común”.

Para el compartir, señaló que la carta del P. General –siguiendo a S. Ignacio-, “nos recuerda que la pobreza es madre y muro, porque engendra vida espiritual, vida apostólica… y defiende” e invitó a compartir las situaciones en las que hemos podido reconocer estas notas de la pobreza y de qué modo se hace presente en nuestra oración, conversación espiritual y vida en común.

El informe del P. Provincial –y el diálogo posterior-, retomó las prioridades señaladas por la Congregación Provincial, destacó los pasos que se han ido dando en el fortalecimiento de nuestros apostolados y los desafíos de una mayor articulación de jesuitas, colaboradores, obras y sectores entre sí.

El P. Jesús Sariego sj (CAM), invitado a dar los Ejercicios de Provincia que se inician al finalizar el Encuentro, compartió su reflexión en torno a la temática de la pobreza, retomando las deliberaciones de los primeros compañeros y el Diario Espiritual de San Ignacio.

El segundo día, del que participaron un buen número de colaboradores y miembros de nuestras obras, estuvo animado por las propuestas de los laicos: los puntos de oración, después del saludo de bienvenida por parte el P. Provincial, dieron paso a un compartir testimonial de nuestra experiencia de heridas y resurrecciones, siguiendo la motivación inicial del Año Ignaciano.

Los diversos testimonios, el compartir fraterno y la cercanía de esta conversación espiritual animó toda la jornada. Hacia la tarde, después de anuncios y presentación de agenda propuesta por los sectores apostólicos, se invitaba a todos a celebrar este camino que transitamos juntos, en la espiritualidad compartida. Un camino que nos convoca a quienes nos sabemos pecadores, pero salvados y convocados a acompañar el camino hacia Dios, junto a los excluidos, animando a los jóvenes y cuidando de la Casa común.

Beatificación del P. Rutilio Grande y compañeros mártires

El pasado 22 de enero fueron beatificados en El Salvador, el padre Rutilio Grande S.J. junto con los laicos Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, asesinados el 12 de marzo de 1977 y fray Cosme Spessotto O.F.M. asesinado el 14 de junio de 1980.

La ceremonia de beatificación fue realizada por el cardenal Gregorio Rosa Chávez. El P. Pascual Cebollada sj, Postulador de la Causa, representó al P. Arturo Sosa SJ en la celebración. Este es el testimonio de su experiencia:

“Ha sido un consuelo leer la vida de Rutilio, ver cómo este jesuita estaba tan comprometido con los impotentes y los indefensos. También aprecié su humanidad y pude identificarme con él en muchos aspectos de su vida. Su compromiso con la oración y con la cercanía a Jesús pobre y humilde – algo a lo que todos los jesuitas están llamados – lo ha convertido en un ejemplo del que todos podemos aprender”.

En un mensaje de vídeo, el P. Arturo Sosa, Superior General de los jesuitas, dijo:

“El P. Rutilio Grande fue un jesuita de dimensiones humanas y religiosas insospechadas. (…) Él supo ser consejero, compañero comprensivo y amable, al mismo tiempo firme y serio en lo que se refería a la vida cristiana y al ejercicio responsable del ministerio presbiteral. La población campesina, de la que él mismo era parte y a la que sirvió con dedicación en su servicio pastoral, halló en él un religioso cercano, abnegado y cariñoso, ordenado presbítero para compartir la vida con la comunidad de los seguidores de Jesús que dan testimonio de la Buena Noticia”.

En el siguiente link podrás ver la ceremonia de la beatificación: Transmisión en vivo – Televisión Católica del Salvador

 

#Memoria2021 – Un año para celebrar la espiritualidad ignaciana

El año pasado, la Compañía de Jesús inició las celebraciones en torno al quinto centenario de una experiencia que transformó para siempre a su fundador, Ignacio de Loyola y dio lugar a una espiritualidad que ha facilitado el encuentro con Dios de multitud de personas de generación en generación. Ignatius500 es el nombre que recibe este aniversario que se celebra en todo el mundo entre el 20 de mayo de 2021, aniversario de la herida sufrida por Íñigo de Loyola en Pamplona y que fue el detonante de su conversión, y el 31 de julio de 2022, festividad de San Ignacio.

La intención de la Compañía es impregnar todas sus obras del espíritu de conversión que subyace en este aniversario. Su lema, «ver nuevas todas las cosas en Cristo», simboliza tres cosas: salir al camino, para ir descubriendo a ese Dios que habita y trabaja en todas las criaturas, y contemplarlo en todo lo que nos acontece; asumir nuestras propias limitaciones, como hizo el propio Ignacio; y tener los sentidos abiertos para captar las necesidades de nuestro entorno, preguntándonos cómo podemos ayudar a transformar la realidad. El Año Ignaciano quiere impulsar la espiritualidad ignaciana, siguiendo una de las Preferencias Apostólicas de la Compañía de Jesús Universal.

Fuente: infosj.es

#Memoria2021 – Revista Manresa n°354: el discernimiento en común

El término ‘discernimiento’ se entiende como el hecho de juzgar sabiamente y escoger cuidadosamente entre muchas opciones. Un significado que entre los jesuitas y compañeros ignacianos se queda corto. Discernimiento significa mucho más. 

Es una herramienta para la toma de decisiones enraizada en los Ejercicios Espirituales y que requiere de diálogo, de escucha, de indiferencia afectiva e intelectual para no condicionar desde el principio, y como condición necesaria, de oración desde la convicción de que Dios se comunica. 

Una práctica ignaciana instaurada por los primeros jesuitas que el padre general Padre Arrupe desempolvó en 1971. Kolvenbach en 1986 la sintetizó tras recibir información de superiores de todas las provincias. Adolfo Nicolás la impulsó en 2009 durante un encuentro sobre discernimiento en común. Ahora el padre general Arturo Sosa ha recogido el encargo de la CG 36 y ha escrito una carta a toda la Compañía (27/9/2017) animando a ahondar en el discernimiento en común como algo inseparable de la planificación apostólica. 

Todo apunta a reconocer al discernimiento en común como la clave para abordar las situaciones apostólicas complejas de hoy. 

Fuente: infosj.es

#Memoria2021 – Manresa: la cuna de la orden jesuita

Once meses en Manresa
El 25 de marzo de 1522, Ignacio de Loyola bajó de Montserrat a Manresa. Se instaló y vivió durante once meses. La estancia de San Ignacio en Manresa -mucho más larga de lo que estaba previsto- tiene una gran relevancia en la biografía y la obra del Santo. Ignacio consideró siempre muy importante su paso por Manresa. Los meses de vida en la ciudad decía que habían sido para él una especie de noviciado en las cosas del espíritu. Por ello, la expresión «ir a Manresa» significa para los jesuitas una peregrinación a las fuentes de su historia, vocación religiosa y espiritualidad. Estos consideran Manresa la ciudad cuna de la orden jesuita. No hay ninguna otra población catalana que haya dado su nombre en todo el mundo en tantas obras fundadas por los jesuitas (actualmente se cuentan 73).

Ilustración del Cardener

El paso de San Ignacio por Manresa tiene un hito fundamental en el episodio que vivió frente al río Cardener. Allí tuvo una visión, a la que se ha denominado la «ilustración del Cardener». San Ignacio decía en su autobiografía: «Y mientras estaba allí sentado, se le empiezan a abrir los ojos del entendimiento. No es que viera alguna visión, sino que entendía y conocía muchas cosas con una iluminación tan grande que todas las cosas le parecían nuevas «.

Los 22 lugares ignacianos

Manresa ejerció un papel importantísimo en la configuración del pensamiento y la acción de Ignacio, lo que ha sido reconocido por la Compañía de Jesús, que ha adoptado los topónimos de Manresa y Cardener para dar nombre a una multitud de instalaciones, equipamientos y programas vinculados a esta orden religiosa, presente en todo el mundo. La Manresa ignaciana la constituyen todos los espacios y elementos patrimoniales que forman parte de legado de Ignacio a su paso por la ciudad en 1522. Se incluyen tanto los lugares que conoció el Santo durante su estancia como los que se erigieron en su memoria.

Ignatius Challenge: peregrinación virtual con San Ignacio

La Pastoral Ignaciana MAG+S lanza un inspirador recorrido por el episodio que cambió la vida de Ignacio de Loyola para siempre. Un proyecto pastoral digital abierto al mundo entero que se enmarca en Ignatius 500, el año que conmemora el 500 aniversario de la conversión de san Ignacio.

Esta nueva propuesta de pastoral digital está abierta al público general, desde los más jóvenes hasta los más versados en la materia, y puede servir de herramienta pastoral en lugares tan diversos como un colegio, una comunidad MAG+S o una de CVX.

Ignacio de Loyola pasó de soldado a peregrino a través de una experiencia transformadora en la que bien podemos encontrar similitudes con cualquiera de nuestras vidas. Todo comenzó con una batalla que dejó a Ignacio gravemente herido. Sus sueños se desmoronaron, y tras una larga convalecencia en Loyola, comenzó a obrar el cambio que Dios quería en él. Ignatius Challenge retoma esa vivencia y nos invita a sacar la mejor versión de nosotros mismos.

La web https://challenge.ignatius500.org/ aloja las 8 etapas de esta peregrinación virtual a la que ya puedes inscribirte. Cada etapa consta de 6 dinámicas de profundización con materiales tan diversos como podcast radiofónicos ambientados en el siglo XVI, píldoras histórico-culturales, entrevistas para que te acompañen mientras caminas, actividades interactivas con las que conocer a tus compañeros de camino o retos que nos sacarán de la pantalla para actuar en el mundo.

Para crear y producir dichos materiales se han creado sinergias y colaboraciones con diversas obras de la Compañía de Jesús como Rezando Voy, Radio Ecca y SJDigital. Junto a ellos, un numeroso grupo de jesuitas y voluntarios del entorno también han prestado su tiempo y talentos a este proyecto.

La primera peregrinación comenzará este próximo enero y durará 8 semanas, pero Ignatius Challenge ha llegado para quedarse. Las peregrinaciones se irán sucediendo conforme el número de inscritos vaya generando nuevos grupos que quieran vivir esta experiencia e incluso está previsto que pueda servir de herramienta pastoral en el futuro, para todo aquel que quiera conocer un poco más sobre san Ignacio y su espiritualidad.

Ignatius Challenge es un desafío personal para profundizar en la propia vida, a la luz de lo vivido por el santo, al que todos estamos llamados a participar.

infosj.es

Mensaje final de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe se realizó del 21 al 28 de noviembre en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano conocida como “Casa Lago” en Cuautitlán Izcalli, a unos 30 kilómetros al norte de Ciudad de México. Después de una semana de trabajo, se dio a conocer su Mensaje Final con una lista de doce puntos con los principales desafíos que enfrenta la Iglesia del continente.

El documento fue elaborado por dos grupos, el primero sintetizó y redactó las propuestas de los participantes y el segundo enfocó su análisis con mayor discernimiento.

La Asamblea ha sido vivida, recoge el escrito, como “una verdadera experiencia de sinodalidad, en la escucha mutua y en el discernimiento comunitario de lo que el Espíritu quiere decir a su Iglesia”. Desde la “poliédrica diversidad”, los participantes de la Asamblea se han “vuelto hacia las realidades que vive el continente, en sus dolores y esperanzas”.

El texto destaca la urgencia de “la promoción de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural” y constata y denuncia dolores “de los más pobres y vulnerables que sufren el flagelo de la miseria y las injusticias”; también “el grito de la destrucción de la casa común” y la “’cultura del descarte’ que afecta sobre todo a las mujeres, los migrantes y refugiados, los ancianos, los pueblos originarios y afrodescendientes”.

La sinodalidad es el camino, algo que pertenece a la esencia de la Iglesia, por lo que se insiste en que “no es una moda pasajera o un lema vacío”. Es algo que ha hecho aprender a caminar juntos, involucrando a todos.

Ahora se trata de llevarlo a las comunidades, a las bases, por lo que se muestra el compromiso a seguir el camino, aprendiendo y creando, en un itinerario pastoral que busca la conversión misionera y sinodal. Podemos decir que la ruta está marcada, ahora queda la valentía para enfrentarla, sin olvidar algo que es innegociable: tiene que ser juntos.

Fuente: aica.org

Egresada de la UCC presente en COP26

Desde nuestro país, la presencia de jóvenes activistas, referentes y participantes en Glasgow fue el reflejo de una juventud que reclama acción climática ahora. Este es el caso de María Virginia Solis Wahnish, emprendedora social egresada de la Universidad Católica de Córdoba, que formó parte de la COP26, como observadora desde el Programa de Observadores Cristianos del Clima y la delegación de Ecojesuit. Desde este lugar, Virginia remarca que, “como líderes, es muy importante estar dispuestos a tender puentes, dejar de lado lo que cada uno cree que es lo mejor y generar espacios de diálogo, que permitan escuchar al otro en sus necesidades”.

La emprendedora social, que participa de diferentes espacios como “The Economy of Francesco” o “Laudato si Action Platform”, fue seleccionada para participar de la Escuela de Formación Política Fratelli Tutti, el acontecimiento pedagógico global que busca forjar una comunidad de jóvenes unidos en su vocación de transformar el mundo.

“Desde hace tiempo había sentido el llamado de poner la profesión al servicio para crear cambios y transiciones que pongan a la persona y el planeta en el centro” menciona Virginia y añade “soy emprendedora y trabajo con el sector empresarial hace tiempo y venía sintiendo la necesidad de tender puentes entre los diferentes sectores, usando la economía como vehículo, para realmente generar un impacto”.

Efectivamente, Solis habla desde su experiencia en el sector empresario, pues es la fundadora y CEO de Matera, un emprendimiento que busca colaborar directamente con los productores de pequeña y mediana escala de yerba mate en el país, creando nuevas oportunidades de mercado.

Fuente: Infobae.com

Leer la nota completa: bit.ly/3cDminb

 

 

COP26: Optimismo, cautela y esperanza

Por Victor Reyes, Coordinador de Comunicaciones de Canadian Jesuits International

El legado de la COP26 está aún por determinar, pero los principales medios de comunicación ya han supeditado su éxito al resultado de las negociaciones entre los gobiernos de los países que más gases de efecto invernadero emiten. Si de esto se tratara la COP26, estaría totalmente de acuerdo con la evaluación de Greta Thunberg de que todo el asunto es «un fracaso y una campaña de relaciones públicas de lavado verde». Al fin y al cabo, hay otras 25 COP que lo atestiguan.

Sin embargo, la COP26 tiene otra cara. Hay esfuerzos globales, el principal de los cuales es la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el tratado intergubernamental que estableció el marco para abordar el cambio climático y reunió conferencias y presentaciones para compartir conocimientos e ideas sobre cómo resolver la crisis climática. Están las personas de todo el mundo, muchas de ellas jóvenes, que salieron a las calles de Glasgow para mostrar su enfado y descontento con sus gobiernos por la mala gestión de esta crisis.

En esta otra parte de la COP26, soy más optimista. En esta COP26 no escuchamos los tópicos vacíos de los líderes mundiales; estamos escuchando las voces de personas y comunidades que están sintiendo los impactos directos del cambio climático y que ofrecen soluciones viables a un problema global desde una perspectiva local. También estamos escuchando las palabras de advertencia de las comunidades marginadas que se ven afectadas no sólo por el cambio climático, sino por las soluciones propuestas que provienen del Norte Global.

Escuché un evento público de la COP26 que se centró en cómo el cambio climático está afectando a la región del Ártico. Hace años que sabemos que el Ártico se está calentando más rápido que otras partes del mundo. Los sami, los pueblos indígenas que viven en Finlandia y en los territorios vecinos, lo han sabido incluso antes de que la ciencia occidental lo confirmara. Ahora, utilizando tanto el conocimiento indígena como la ciencia, los sámi son capaces de documentar y desarrollar estrategias para mitigar y adaptarse al cambio climático mientras practican su modo de vida tradicional.

Tuomas Aslak Jusso, Presidente del Parlamento Sami de Finlandia, habló de la cría de renos y de cómo ésta les permitía mantener sus comunidades y su modo de vida, además de preservar su cultura.

Mencionó los peligros que supone la llegada de empresas mineras procedentes de Noruega, que quieren acceder a los minerales de sus tierras para utilizarlos en tecnología ecológica. El Sr. Jusso dijo que, como sus comunidades son prósperas, pueden ejercer el consentimiento libre, previo e informado y decir «no». Teme que, a medida que se acelere el cambio climático, llegue un momento en que decir «no» ya no sea una opción.

Permitir que estas empresas mineras operen en sus tierras equivale a destruir su modo de vida y matar su cultura. Es colonialismo verde, la explotación de un pueblo vulnerable y de su tierra sólo para satisfacer las necesidades del Norte Global de pasar de los combustibles fósiles a la tecnología verde.

El colonialismo verde no es nuevo ni es exclusivo de los sami. Los compañeros jesuitas de Canadian Jesuits International han visto que esto ocurre en la República Democrática del Congo. También está ocurriendo en otras partes del mundo: en Indonesia, Chile y en otros países del Sur Global. Está ocurriendo en comunidades donde existen desequilibrios de poder entre ellas y los gobiernos y las empresas multinacionales.

Si bien es necesario realizar la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables, ésta no debe producirse a expensas del modo de vida de un pueblo y de la violación de sus derechos humanos, ya sea en el Sur Global o en el Norte Global. Es nuestra responsabilidad garantizar que las soluciones que proponemos para hacer frente a la crisis climática no creen problemas adicionales para otros. El cambio climático es una cuestión de justicia social y debe verse a través de la lente de la igualdad, el respeto y la dignidad para todos.

El éxito de la COP26 no se medirá por los acuerdos y objetivos que los líderes mundiales consigan. Su éxito dependerá de cómo cambie nuestra relación con los demás: cómo abordemos los desequilibrios de poder entre el Norte y el Sur Global; cómo utilicemos la sabiduría y los conocimientos que comparten con nosotros los pueblos indígenas; cómo aprovechemos el poder de los jóvenes.

El cambio no vendrá de arriba abajo, sino que empezará desde las bases. La COP26 nos ha empoderado y nos da la esperanza de que aún no es demasiado tarde para salvar nuestro planeta y a nosotros mismos.

Fuente: jesuits.global/es

Inicia la Tercera Probación en Honduras

Del 18 al 21 de octubre, un grupo de 12 jesuitas latinoamericanos comenzaron la Tercera Probación, se trata de la etapa de formación previa a sus Últimos Votos e incorporación definitivamente a la Compañía de Jesús. Desde Honduras, Rafael Stratta SJ, comparte su testimonio sobre la experiencia.

Por Rafael Stratta SJ

Hacia fines del mes de octubre, comenzamos la experiencia de Tercera Probación un grupo de 12 jesuitas en la ciudad de El Progreso (Honduras). Esta experiencia es la última etapa de la formación de un jesuita, luego de varios años de caminar en compañía con otros en el seguimiento de Jesús al modo de San Ignacio y sus compañeros. Fue el mismo Ignacio el que nombra a esta etapa como la “escuela del afecto”: un tiempo donde volver a beber de las raíces de la experiencia de Dios en la propia historia y dejarse afectar en lo más hondo, en el corazón, que es el centro del afecto. A lo largo de los años podemos aprender muchas cosas, estudiar, conocer, pero San Ignacio tenía claro que la conversión del corazón necesita de tiempos y trabajos especiales para que cada vez esté más orientada hacia Jesús. A esto hemos venido aquí.

La comunidad de Tercera Probación se conformó con jesuitas de diferentes partes de Latinoamérica, con trabajos muy diversos, y contamos con el acompañamiento del P. Jesús Sariego SJ (que pasó unos años por Argentina) y su comunidad. De la Provincia ARU compartimos este tiempo Rubén Strina SJ, Marcos Muiño SJ y quien les escribe. En esta primera etapa, previa al Mes de Ejercicios Espirituales, nos tomamos el tiempo para conocernos, compartir e ir entretejiendo los vínculos con esta nueva comunidad. Este entretejido lo vamos haciendo mientras compartimos talleres, estudio, oración y algunos paseos por los alrededores.

Más puntualmente dedicamos un primer tiempo para hacer composición de lugar y poder conocer más sobre la realidad de Honduras y Centroamérica. Este país está marcado por un mestizaje de culturas muy amplio (mayas, garífunas, españoles, etc.) y por una historia de desigualdad muy fuerte. Como en sus países vecinos, se impone el desafío de la corrupción, la violencia y narcotráfico (las maras), y la pobreza. Sin embargo, las personas no pierden su amabilidad y el sentido del trabajo comunitario, como lo hemos visto en las comunidades eclesiales de la parroquia. Para este taller nos acompañó el P. Ismael Moreno SJ, hondureño y director hace varios años de la Radio Progreso y el ERIC, un centro de reflexión y acción social, con fuerte influjo político en el país.

Luego dedicamos un segundo momento para ir aprendiendo una vez más a reconocer la presencia de Dios, a pedirla y a cuidarla, a través de un taller de oración, acompañados por el P. Valentín Menéndez SJ, que dirige el centro de espiritualidad que tenemos aquí. Fue un tiempo para volver a las fuentes de la oración y reencontrarse con lo fundamental de esta espiritualidad que nos legó Ignacio.

Finalmente, dedicamos un tercer tiempo para traer la historia, la de Ignacio y la nuestra. Para ello, con la ayuda del P. Fidel Sancho SJ (socio de la Provincia Centroamericana), nos sumergimos una vez más en la lectura y el estudio del relato del Peregrino: la Autobiografía de San Ignacio. Al mismo tiempo, cada uno fue escribiendo el relato de la propia biografía, en clave orante y a la luz de lo que nos iba inspirando la figura de nuestro compañero Ignacio. Durante estos días hemos dedicado tiempo de calidad para la escucha comunitaria de la vida de cada uno, recogiendo las claves que nos ayudarán en el próximo Mes de Ejercicios Espirituales. Reconociendo la “tierra sagrada” de las biografías personales fuimos también reconociéndonos en camino como compañeros de Jesús.

Toca ahora el tiempo de la oración y el coloquio con el Amigo, en este Mes de Ejercicios Espirituales. Será un tiempo privilegiado para volver a lo esencial, al encuentro con Dios, un encuentro que siempre es transformador, desde el fondo, desde los deseos y afectos. Y un encuentro que, a su vez, siempre es misionero: volver a elegir, confirmar una vez más la elección por el seguimiento de Jesús que nos llama a estar con él. Nos encomendamos a sus oraciones y los rezamos también desde acá.