Red Jesuita con Migrantes: Campaña «Otro passo más»

Esta iniciativa busca conmemorar, el 18 de Diciembre, el día internacional de las personas migrantes, como un momento para escuchar y ver la realidad de tantas hermanas y hermanos que a lo largo de Latinoamérica y el Caribe se ven forzadas a migrar para rescatar sus vidas.

“Otro passo más” es la Campaña regional de la Compañía de Jesús en Latinoamérica y el Caribe para conmemorar el día internacional de las personas migrantes el próximo 18 de diciembre del 2021. Se trata de una propuesta creada colaborativamente por un Consejo de RedAcción conformado por personas que hacen parte de obras de la Red Jesuita con Migrantes y de otras expresiones de la Conferencia de Provinciales de Latinaomérica y el Caribe. “Otro passo más” da continuidad a #MigrarHaciaLoExtraordinario.

Las personas forzadas a migrar deben ponerse en movimiento para rescatar su vida. Al igual que ellas, todos y todas debemos ser conscientes de la importancia de ponernos en movimiento para avanzar.

“Otro passo más” apuesta por reducir la indiferencia, la discriminación y la xenofobia, aumentando la capacidad de escuchar y ver la realidad de las personas forzadas a migrar. Desde la experiencia práctica comprender cómo una persona forzada a migrar está en movimiento continuo buscando un lugar seguro para poder vivir con dignidad y realizar su propósito de vida, al igual que cada ser humano en la tierra.

Esta campaña está dirigida principalmente a jóvenes de Latinoamérica y el Caribe y todas aquellas personas que se quieran sumar.

El próximo 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Migrantes, será el lanzamiento de la canción «Otro Passo Más», cuya letra estará conformada con la suma de testimonios de personas migrantes, refugiadas y desplazadas que nos hablan del dolor de la ruptura y también de la esperanza en el porvenir.

Para preparar este lanzamiento, se nos invita a dar tres pasos:

Paso 1. Respondemos una pregunta
A partir del 1 de Noviembre invitamos a compartir la pregunta ¿Cuándo das otro passo más? y a escribir la respuesta en la web: redjesuitaconmigranteslac.org/otro-passo-más y en las redes sociales con el Hashtag #OtroPassoMás.

En cada territorio y espacio local se puede introducir esta pregunta y el ejercicio de escritura en actividades, talleres, encuentros y otras iniciativas que estén en marcha para este tiempo a partir del 1 de Noviembre y hasta el 18 de Diciembre 2021. Las frases también se pueden enviar al correo hospitalidad@redjesuitaconmigranteslac.org

Paso 2. Elaborar un video
Durante el mes de Noviembre invitamos a todas las personas interesadas a sumarse en la construcción del videoclip de la canción «Otro Passo Más». La propuesta es que grabar con el celular, en posición vertical, un recorrido de 21 pasos (lo que se está viendo en frente al caminar). Construiremos el video de la canción con la suma de trayectos grabados por distintas personas en muchos lugares del continente (caminos, calles, escaleras…)

Enviar este video corto al correo de hospitalidad@redjesuitaconmigranteslac.org o al whatsApp +57 3125509688

Paso 3. Compartir la iniciativa
Compartir esta iniciativa con todas las personas a nuestro alcance, al interior de equipos, a través de redes sociales y redes de colaboración, así la canción «Otro passo más» podrá llegar a más lugares de nuestro continente.

Pueden conocer más de la campaña en la web: redjesuitaconmigranteslac.org

Congreso Internacional de Ejercicios Espirituales «De la herida a una nueva vida»

Desde el Lunes 25 al jueves 28 de Octubre, se llevó a cabo el Congreso Internacional de Ejercicios Espirituales «De la herida a una nueva vida», organizado por la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL) y por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia.

Hubo aproximadamente más de 800 inscriptos, un equipo técnico conformado por más de 30 personas, y más de 80 facilitadores que hicieron posible las conferencias, talleres, paneles y testimonios.

El momento de apertura del Congreso comenzó con la Eucaristía presidida por Monseñor Luis José Rueda, Arzobispo de Bogotá. Luego, el P. Roberto Jaramillo Bernal SJ, actual presidente de la CPAL, dio un mensaje de bienvenida a todos los presentes. Para finalizar este primer día, hubo un Conferencia de Apertura a cargo del P. Francisco de Roux SJ, Presidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición de Colombia.

 

El día Martes 26, segundo día del Congreso, tuvo como Eje temático principal la manera de aceptar y acoger nuestras heridas. Los paneles y talleres estuvieron orientados a dialogar sobre las heridas tanto personales como sociales, y el modo de trabajarlas e incorporarlas en la experiencia de los Ejercicios Espirituales, no sólo desde la propuesta de oración sino también desde el acompañamiento espiritual. La provincia Argentino Uruguaya se hizo presente con la participación del P. Rafael Velasco SJ y el P. Agustín Rivarola SJ en el abordaje de las heridas sociales. Para la perspectiva de las heridas personales, participaron el P. Juan Carlos Juárez SJ y Juan José Berli SJ.

Esta jornada finalizó con un espacio de entrevista en simultáneo al P. Adolfo Chércoles Medina SJ, la Hna. Nora  Beatriz Kviatkovski y el P. Francisco López Rivera SJ.  Tanto aquí como en los paneles que hubo durante el día, el público pudo enviar preguntas que el moderador iba seleccionando para realizarle a los disertantes.

       

El eje temático del tercer día fue la búsqueda de una comprensión diferente de lo que significan las heridas. Las conferencias de inicio estuvieron a cargo de la Dra. María Clara Bingemer y del P. Javier Melloni SJ.

El primer aporte proponía distinguir entre las heridas que generan confusión, exclusión, descarte, opresión, y las que nos abren al servicio, heridas que pueden ser reinterpretadas y en ese ejercicio ayudarnos a encontrar una perspectiva de futuro. Por su parte, Javier Melloni, remarcó la importancia de comprender las heridas personales, de la necesidad de vivir una experiencia de interioridad que nos lleve a nuestro núcleo humano, y desde allí trabajar para ubicarnos en un lugar nuevo, «una vida nueva», tal y como lo vivió Ignacio en la peregrinación de su vida.

Con una perspectiva desde lo diferente, los paneles pusieron en tema de diálogo distintos temas como: Pueblos originarios, diversidad de género, política, todos los temas fueron tratados desde la experiencia de los Ejercicios Espirituales y se abordaron distintas aristas como: el rol de la mujer a la hora de dar Ejercicios, el saber estar como mujer acompañante, el rostro femenino en la espiritualidad, el acompañamiento en la diversidad sexual, invitando finalmente a ser Iglesia en salida, que recibe y abraza el mundo diverso que habitamos.

La Conferencia de cierre del día proponía un espacio para compartir modos alternativos de dar y acompañar Ejercicios Espirituales, el primer aporte estuvo orientado a la importancia de proponer dinámicas para quienes recién llegan a la experiencia y no tienen conocimiento alguno de qué se trata la oración ignaciana. El segundo aporte propuso una dinámica de Ejercicios que combina puntos para la oración escritos y películas. De esta manera utiliza dos tipos de recursos para guiar la experiencia de oración.

El último día del Congreso, jueves 28 de Octubre, tuvo como eje temático el camino para transformar las heridas en fuente de vida, de amor y servicio.  La Conferencia principal contó con la participación del P. General Arturo Sosa SJ, quien presentó el tema «Transformar la herida», haciendo que el itinerario vital y la experiencia de Ignacio, dialogue con la vida de cada uno. Tomando diferentes hitos ignacianos, que nos sirvan de aprendizaje para el camino espiritual personal.

Los paneles y talleres del último día pusieron en diálogo temas como: justicia socio ambiental, mundos juveniles y nuevas tecnologías. Las ponencias sobre el ámbito juvenil y ejercicios espirituales, expusieron los desafíos que se presentan a la hora de acercar la experiencia de oración a los jóvenes, las dificultades, las limitaciones.  Y a partir de las experiencias de los disertantes ayudar a encontrar salidas y propuestas para que los mundos juveniles encuentren cada vez mas un camino hacia la interioridad desde la propuesta ignaciana.

Finalmente, el Congreso fue un espacio que convocó a la familia ignaciana en el mundo, que permitió comprender desde distintas perspectivas las heridas del mundo y de los grupos que lo habitan, comprenderlas para transformarlas en vida, en proyectos, en horizonte de trabajo.

 

 

 

 

 

 

«Mar adentro con Ignacio»: la familia ignaciana en Marsella

Aproximadamente 8.000 miembros de la “familia ignaciana” de la joven Provincia de Europa Occidental Francófona (EOF) se reunieron en Marsella el pasado 29 de octubre hasta 1 de noviembre. Jesuitas, por supuesto, pero también familias enteras, jóvenes del MEJ (Movimiento Eucarístico Juvenil) y religiosas de diversas congregaciones inspiradas en la espiritualidad de San Ignacio.

El P. François Boëdec, Superior Provincial de la EOF, estuvo en diálogo con el equipo de comunicaciones de la Curia General en Roma y compartió unas palabras que sobre este nuevo proyecto:

Estamos en el Año Ignaciano, oportunidad propicia para una renovación de nuestro espíritu de Ignacio. En el año 2006 tuvimos en Lourdes un encuentro de la familia ignaciana en la Provincia de Francia. La “familia ignaciana” tomó entonces conciencia de sí misma, y eso ha hecho posible una importante colaboración entre jesuitas y no jesuitas durante 15 años.

Ahora hemos pensado que el Año Jubilar significaba una nueva oportunidad, porque la familia ha crecido y ha evolucionado. Hay menos jesuitas y menos religiosas, pero hay más laicos que reciben inspiración de la espiritualidad ignaciana. Personas muy comprometidas.

  • Ha preparado usted esta gran reunión en época de pandemia: ¿no ha sido una idea descabellada?

Eso pensaron algunos. Por mi parte, pensé que era importante intentarlo, porque si esperábamos para hacer planes hasta que todo hubiera vuelto a la “normalidad”, podríamos tener que esperar demasiado tiempo. Nos pusimos en marcha; no fue fácil, pero al final nos vamos a reunir y será un momento importante.

  • ¿Cuál es el significado específico de la reunión?

Hace quince años estuvimos en Lourdes; esta vez en Marsella. Se trata de entornos muy diferentes; eso dice algo sobre la problemática que abordamos. Marsella es una ciudad intercultural, con una Iglesia valiente y pobre al servicio de toda esa gente. Me viene a la mente, por supuesto, la cuestión de los migrantes y, más ampliamente, la de las fronteras y las periferias. ¿Qué puede aportarnos hoy la espiritualidad ignaciana a propósito de la evolución del mundo?

Además, el encuentro tiene lugar en Francia, en un momento en que acabamos de recibir el informe sobre los abusos sexuales en la Iglesia. Esto es como un tsunami para los cristianos de Francia; va a teñir nuestra reflexión. No podemos simplemente celebrar un feliz encuentro, sobrevolando la realidad. Es obligado que nos preguntemos: ¿qué tipo de Iglesia queremos, qué tipo de compromiso con la población, qué tipo de proceso de conversión necesitamos? Esto está relacionado con el Año Ignaciano que nos pide “ver nuevas todas las cosas en Cristo”. Al mismo tiempo, también queremos que haya alegría. El Papa Francisco lo formuló bien: “¡Que nadie les quite la alegría!” A pesar de todas las dificultades, queremos sentir juntos que Cristo nos acompaña en este peregrinaje.

  • Además de los dos temas que acaba de mencionar, ¿cuáles son los retos que pueden abordarse durante la Asamblea?

Un reto para toda la familia ignaciana que constituimos, jesuitas y no jesuitas, es precisamente “¿qué imagen de Iglesia queremos diseñar para el futuro?” También están las Preferencias Apostólicas Universales, que suponen un guion para la acción y son tan relevantes para todos nosotros. Además, creo que el tema ecológico, la 4ª PAU, es cada vez más prioritario en relación con las otras tres; la situación del mundo nos obliga a mostrarnos cada vez más comprometidos y creativos en este ámbito. Sobre todo porque muchos jóvenes, jóvenes jesuitas y jóvenes de la sociedad, están haciendo hincapié en esto. Ello nos motiva a avanzar y todos los temas que implica estarán presentes en nuestra temática de Marsella.

  • Por otro lado, la organización de un evento de estas dimensiones ¿supuso una oportunidad a nivel espiritual para su Provincia?

Somos muy conscientes de que estamos en un periodo muy especial en la vida de la Iglesia, y también en la vida de nuestra sociedad. Un cambio de mundo, un cambio de época que nos exige estar bien arraigados, apegados a Cristo, y al mismo tiempo estar decididamente abiertos a nuevas cuestiones. Tenemos que mantener esto muy presente en una época en la que los miedos tanto se hacen notar. Para mí, celebrar esta reunión signfica infundirnos ánimos. No sólo para mantenernos unidos en un cálido nido, sino para sentirnos enviados.

Palabras del P. Arturo Sosa SJ para la ocasión

¡Qué placer para ustedes, escribió el Padre Sosa, poder estar juntos, reunirse después del aislamiento causado por la pandemia, y experimentar lo que significa estar en relación, diferentes pero unidos gracias a la experiencia de San Ignacio de Loyola hace 500 años! Añadió que había sido una gran audacia la organización de este encuentro, haberse propuesto emprender un viaje y mirar “mar adentro con Ignacio” -según el tema del congreso- y responder así al deseo del Papa Francisco de participar en la realización de una “Iglesia en las afueras”, ¡abierta al mundo y al diálogo!

En conclusión, el P. Arturo Sosa animó a todos los participantes en el Encuentro a seguir trabajando juntos, a poner en común sus respectivos talentos y medios, a insertarse en el mundo y a no vivir fuera de él. Les agradeció, de forma muy personal, la energía espiritual que le había proporcionado este encuentro. En una última llamada a la esperanza, afirmó: “Ser ignaciano es vivir, como pecadores perdonados, la alegría del Evangelio”.

 

Últimos votos: Alberto Michelena SJ

El pasado Sábado 23 de Octubre, Alberto Michelena SJ profesó los últimos votos con los cuáles se incorpora definitivamente a la Compañía de Jesús. La celebración eucarística tuvo lugar en la Parroquia del Sagrado Corazón, en Montevideo.

Compartimos sus palabras de acción de gracias:

Cuando uno empieza a compartir que le dieron en la Compañía los últimos votos la reacción general de mucha gente es: «¿últimos votos?», y así como es cierto que en nuestra vida de consagración vamos dando pasos de incorporación a la Compañía o de Consagración, como es la ordenación diaconal y sacerdotal, cada vez que vivimos estas experiencias damos gracias, y la verdad es que a uno le toca dar gracias un poco por lo de siempre, por lo mismo de otras veces. Yo siento un enorme gratitud, primero que nada a Dios, por el don de la vida y por el don de tanta vida en la vida y por el don de esta vocación que reconozco como un regalo enorme y que es para mi el lugar donde siento que más se despliega mi vida: dándose a los demás. Esa es mi primera gratitud: a Dios. Y después a tantos que me han acompañado en este camino de la vida, primero que nada a mi familia, a toda mi familia, a cada uno, muchas gracias a Dios por cada uno de ustedes y a ustedes porque de todos voy aprendiendo, me voy sintiendo acompañado y querido como en el episodio del encuentro de Jesús con Bartimeo, de alguna manera yo también he sido Bartimeo y ustedes han sido para mí algunos de los que me han acercado al Señor. Y sigo dando gracias a Dios por ustedes, también por mis compañeros jesuitas, en este día a uno le toca agradecer mucho por la Compañía, por la vocación a la Compañía, por San Ignacio, por la vocación jesuítica. Y agradecerle a cada uno de los compañeros en concreto, en este tiempo uno reza un poco más estas cosas que le toca vivir y aparecen muchos rostros, y en estos días en concreto en dónde uno va compartiendo la noticia con otros, se hacen sentir muchos compañeros jesuitas que a lo largo de la vida me han acompañado en este camino y quiero agradecer por cada uno en este tiempo, reconociendo que a veces soy medio rezongón o medio crítico o medio peleador con los compañeros, o a veces poco cariños o cuidadoso con los compañeros, reconozco que son un regalo enorme, y esto me pasó pensando en los rostros de mis compañeros en concreto, así que a cada uno, los que están aquí presentes y los que están lejos, mi enorme gratitud. A mi me toca estar de vuelta en Montevideo después de 20 años de estar misionado en distintos lugares, en muchos lugares de formación y otros apostólicos, me toca volver aquí de nuevo y recibir muchísimos saludos de gente que ha sido compañera a lo largo de la vida, con la que hemos compartido y a la que he intentado también yo acercarla al Señor cuando estaban quizás en momentos al costado del camino, y me toca reencontrarme aquí también con gente que conozco desde hace mucho tiempo, conocer a otra desde hace poquito y quiero agradecerle a Dios por todos ustedes, los que están aquí y los que no pueden estar, porque forman parte también de ese grupo humano que va caminando con el Señor , o que a veces también me va llamando desde el costado del caminando para que me acerque a darles una mano. Entonces agradecer enormemente a Dios esta vocación, a la Compañía y a todos los que forman parte de este camino.

Muchas gracias.

Alberto Michelena S.J.

Año Ignaciano: serie de vídeos del P. General

El tercer vídeo del P. General sobre el libro-entrevista “En camino con Ignacio” se centra en el tercer capítulo titulado “Vivir con audacia en el mundo de hoy”.

En él, Arturo Sosa SJ nos invita a educar nuestra mirada, para en este año Ignaciano “ver nuevas todas las cosas en Cristo” para ver la realidad como Jesús la mira. Y así ver con misericordia, compasión y compromiso, descubriendo la presencia amorosa y discreta del Dios Padre en la creación, en los pequeños y sencillos, en los distintos y los excluidos y en todos aquellos que desean construir un futuro esperanzador.

Arturo Sosa SJ: “El jesuita se hace pobre para acercarse al estilo de vida de Jesús”

El P. Arturo Sosa, como Superior General, ha dirigido el pasado 27 de septiembre una carta a todos los jesuitas, invitándoles a reflexionar personal y comunitariamente sobre su voto de pobreza. Desde la oficina de comunicaciones de la Curia en Roma lo entrevistaron por este tema.

  • Padre General, ¿el contexto del Año Ignaciano imprime un matiz especial a la reflexión sobre la pobreza religiosa a la que invita con su última carta a los jesuitas?

El punto de partida del enfoque que propongo es anterior al Año Ignaciano. La Congregación General 36 pidió que el General revisara el Estatuto de la Pobreza y la Instrucción sobre la Administración de Bienes. He constituido ya un comité que se ocupará de ello. Pero la preocupación por cómo vivir el voto de pobreza, no sólo a nivel personal sino mirando a toda la Compañía, es muy antigua. Ahora me propongo que esta reflexión no se convierta en pura cuestión de normas, sino que intente llegar al fondo de las cosas.

¿Un vínculo con el Año Ignaciano que conmemora la conversión de Ignacio? Recordemos que lo primero que hizo Ignacio cuando decidió cambiar de vida fue hacerse radicalmente pobre. De modo simbólico hizo donación de sus vestidos y entregó su espada. Luego pasó por un proceso muy largo hasta llegar, décadas después, a una definición de la pobreza religiosa en la Compañía.

De hecho, el tema de la pobreza es una dimensión fundamental de la vida cristiana, porque Jesús se hizo pobre y humilde. El punto de partida de la redención del género humano es Jesús que se hace pobre. Así, ser cristiano en el seguimiento de Jesús, pero más aún hacer voto de pobreza en el caso de los religiosos, es hacerse pobre para acercarse al estilo de vida de Jesús.

  • Los religiosos y religiosas de todas las congregaciones hacen voto de pobreza. ¿Existe una manera específica de vivirlo en la Compañía?

Por supuesto, ya que la Compañía de Jesús ha sido una Orden muy particular desde sus orígenes. Hasta entonces, la pobreza estaba ligada a la vida monástica. Los monjes vivían este voto uniendo sus recursos en un monasterio. La Compañía de Jesús, en cambio, es una orden apostólica, constituida por miembros dispersos según las necesidades de la Iglesia. El estilo de vida de un jesuita deberá ser a la vez pobre y apostólico. De hecho, San Ignacio dice que los jesuitas deben tener un estilo de vida como el de “Jesús y los apóstoles”. Se trata, pues, de una dimensión misionera y de inserción en el mundo, que influye en la forma de vivir el voto de pobreza.

¿Es complejo? Evidentemente, y por eso esto de vivir la pobreza apostólica ha constituido siempre una fuente de tensión. No tener nada, pero al mismo tiempo poder ser eficaz en un apostolado necesitado de recursos muy concretos.

  • Por ejemplo, ¿cómo conectan los jesuitas su voto de pobreza con su lucha contra la pobreza en un mundo más justo?

Se trata de saber añadir un adjetivo esencial a la pobreza de los jesuitas. Es una pobreza evangélica. En mi carta a los compañeros jesuitas no hago una reflexión sobre la pobreza sociológica, sino sobre el voto de pobreza. La pobreza no es un bien en sí misma. Lo dijo San Pablo: “Jesús se hizo pobre para hacernos ricos”. Jesús no es pobre porque le falte lo esencial; se hizo pobre a sí mismo. La pobreza es el resultado del don de sí mismo, de la generosidad, del amor a los demás. Este es el voto de pobreza: renunciar a uno mismo para seguir la dinámica abierta por Jesús de darse generosamente, enteramente, a los demás.

La pobreza social es fruto de la injusticia y no de la voluntad de Dios. Dios no quiere esta pobreza. La pobreza evangélica, en cambio, es enriquecedora porque da vida. Ofrece libertad interior, permite desprenderse de las posesiones y despierta la sensibilidad hacia los que sufren aquella pobreza provocada por la injusticia. Las imágenes del Reino de Dios no incluyen pobreza; presentan una gran abundancia de dones de Dios.

  • El Papa Francisco, durante su encuentro con los miembros de la Congregación General 36, afirmó que la pobreza religiosa es una “madre” y un “bastión”. ¿Desea comentar algo?

Esas palabras no eran suyas. Recordaba a los jesuitas que son imágenes empleadas por Ignacio en las Constituciones. Hay que recordar que Ignacio dedicó mucho tiempo a pensar sobre este problema y que también dedicó largo tiempo a meditar sobre ella con sus primeros compañeros. Estas imágenes son fruto de un discernimiento. ¿Qué es una madre? Ella es la que da la vida, la que la alimenta y la cuida. La pobreza, pues, es como una madre que da vida al compromiso religioso y lo alimenta. En cuanto a la imagen del “bastión”, quiere decir que la vida hay que defenderla. El ataque de las riquezas, por ejemplo, puede sobrevenir en cualquier momento.

Esto nos devuelve al comienzo de nuestra conversación sobre la importancia de tener estatutos y normas. Si el jesuita quiere vivir su objetivo de vivir en pobreza-humildad, debe tener algunos criterios, normas que le sirvan de bastión. En concreto, esto quiere decir que, si bien la Compañía desea que sus miembros no posean nada personalmente, debe disponer de medios para mantener a los que está formando para el apostolado, así como a sus enfermos.

  • En su carta, pide usted a cada jesuita y a cada comunidad que someta a revisión la forma en que viven el voto de pobreza. ¿Personalmente, qué hace usted en este sentido?

En primer lugar, como cualquier jesuita, me siento en la obligación de orar. En mi carta insisto en que el primer paso es dar gracias por los beneficios que nos ha traído la pobreza evangélica, herencia del propio Jesús. Yo también lo haré. Además, como Superior General, en octubre-noviembre daré un retiro de un día a todos los Provinciales del mundo, región por región, invitándoles a poner en movimiento a sus comunidades. Y luego, a finales de 2022, dirigiré otro retiro a los Provinciales para poder compartir los frutos de nuestra reflexión y nuestra oración. El objetivo no es editar documento alguno, sino hacernos avanzar en la forma como vivimos nuestro voto de pobreza.

Fuente: jesuits.global/es

Espiritualidad ignaciana y sinodalidad: dos «presupuestos»

Por David McCallum SJ

Director Ejecutivo del Programa de Liderazgo Discerniente

El 9 de octubre comienza el viaje “Por una Iglesia Sinodal”, un proceso de dos años de compromiso intencional, reflexión y discernimiento para que toda la Iglesia Católica considere la pregunta, “¿cómo somos llamados por el Espíritu Santo a ser Iglesia en el Tercer Milenio?”

Mientras se invita a las congregaciones y asociaciones religiosas a participar activamente en este proceso de dos años de escucha y discernimiento, podemos preguntarnos qué relación tiene la tradición de la Espiritualidad Ignaciana con esta llamada a la sinodalidad, y qué recursos puede aportar a este proceso. La verdad es que hay muchas maneras de ver conexiones significativas entre la espiritualidad ignaciana y el “modo de proceder” sinodal, en este artículo se reflejan dos de lo que podríamos llamar, presupuestos, orientaciones intencionales que podemos practicar al comenzar este viaje juntos.

En primer lugar, la Espiritualidad Ignaciana nos invita a considerar dónde encontramos, individual y colectivamente, la presencia de Dios en nuestra experiencia, qué sentido le damos a esa presencia y cómo estamos llamados a vivir, amar y trabajar como resultado. Si, por ejemplo, pensamos en el Examen, empezamos por tomar conciencia de que Dios está con nosotros, nos contempla y nos ama incondicionalmente.

El proceso sinodal nos pide que hagamos lo mismo, de modo que cuando empecemos a comprometernos unos con otros para escuchar la experiencia mutua de participación, comunión y misión en la Iglesia, lo hagamos conscientes de que Dios está en medio de nosotros, amándonos y trabajando incluso en las tensiones, polaridades y conflictos que experimentamos como Iglesia. Para entrar en esta conversación como comunidad eclesial, ya sea en una parroquia local, en un grupo para compartir la fe o en una comunidad religiosa, lo hacemos no sólo con un espíritu de diálogo, sino de “diálogo a tres bandas”. Cuando nos reunimos, no solo estamos tú y yo, sino también Dios que se reúne con nosotros, nos sostiene y nos inspira. Conscientes de ello, estamos llamados a escuchar las experiencias de los demás sobre lo que significa ser católico hoy, y a escuchar lo que Dios nos dice no sólo en nuestra propia experiencia directa, sino también a través del otro. Este es el presupuesto número 1.

Dado que la primera fase del proceso sinodal consiste principalmente en reflexionar sobre nuestra experiencia y escuchar a los demás, hay un segundo elemento de la Espiritualidad Ignaciana que creo que es especialmente relevante para nosotros ahora, en estos tiempos tan polarizados, y en los que parece que a la gente le resulta tan difícil escuchar realmente a las personas que tienen puntos de vista diferentes. Cuando Ignacio estaba elaborando sus recomendaciones sobre el modo en que un director espiritual y la persona que guía los Ejercicios Espirituales deberían relacionarse entre sí, hizo hincapié en una orientación positiva, confiada y apreciativa.

Este presupuesto sugería que diéramos a la persona que habla lo que podríamos llamar “el beneficio de la duda”, dando la mejor interpretación a lo que está diciendo y por qué lo está diciendo. Podríamos llamar a esto una especie de “indagación apreciativa” que se resiste a las reacciones o a los juicios rápidos, pero que se mantiene positiva, abierta y curiosa durante todo el tiempo que sea sensato. Si por casualidad no estamos de acuerdo o no encontramos valor en lo que se ha dicho, Ignacio recomienda que preguntemos qué quiere decir la otra persona y cómo entiende su propia intención. Si entonces sabemos con certeza, no sólo en virtud de nuestra opinión o preferencia, que la otra persona está equivocada, debemos corregirla, pero con espíritu de amor. Ignacio continúa diciendo que, si esto no es suficiente para cambiar la perspectiva de la otra persona, “hay que buscar todos los medios apropiados por los que, entendiendo bien la declaración, se pueda salvar”. Este es el presupuesto nº 2. ¡Qué contraste con lo que presenciamos en la sociedad en general y en los espacios de las redes sociales!

Creo que el espíritu con el que escuchemos la experiencia de los demás determinará si somos capaces o no de discernir cómo el Espíritu Santo está presente en historias y perspectivas distintas de las nuestras. Sin esta disposición a escucharnos profundamente unos a otros, especialmente a los que se sienten marginados o alienados por la Iglesia, no cumpliremos esta llamada a la sinodalidad. Pero si, con un espíritu de vulnerabilidad y valentía, entramos en este proceso libres de miedo, apegos y prejuicios excesivos, discerniremos juntos el futuro que Dios desea promulgar a través de nosotros.

Fuente: jesuits.global/es

 

CPAL: Curso de Formación para Superiores

Del 4 al 8 de octubre la CPAL organizó y llevó a cabo el Curso anual de Formación para Superiores. Participaron 25 jesuitas de las provincias de Antillas, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Perú y Canadá (Haití).

El P. Luis Valdez SJ, Delegado de Formación y Espiritualidad de la CPAL, comparte: «Pudimos hacer una revisión de la realidad actual de la vida comunitaria en nuestras provincias y redescubrir el gran valor y la importancia de la comunidad para cualquier persona, especialmente para nosotros los jesuitas. Estudiamos las Directrices para los Superiores porque contienen los elementos básicos surgidos, tanto de San Ignacio y su espiritualidad, como de nuestras Constituciones, para dar claridad al servicio de superiores.»

Refiriendo a los temas trabajados, agregó: «Se ofrecieron elementos para el Acompañamiento espiritual, la comunicación y las relaciones interpersonales en las comunidades. Se trabajó la Conversación Espiritual, la empatía y la asertividad. Otra capacitación importante fue sobre la Administración de los bienes de las comunidades a fin de vivir mejor nuestro voto de pobreza. Finalmente, reflexionamos sobre el ejercicio de la autoridad y la obediencia en el contexto actual, que es muy diferente.»

En esta ocasión los expositores fueron: Jesús Zaglul SJ (Asistente para América Latina Septentrional), Kevin Flaherty SJ (Formador), Agustín Rivarola SJ (Instructor de 3ª Probación en Bolivia) y Juan Miguel Zaldúa SJ (Rector del CIF de Bogotá).

Finalmente, el P. Luis Valdez SJ agregó: «Desde el inicio del curso, intentamos ser una Comunidad de aprendizaje en donde nos ayudamos unos a otros al compartir en pequeños grupos nuestras experiencias y descubrimientos. Y experimentamos que no estamos solos en este servicio a las comunidades sino que nos sentimos acompañados por los demás.»

Fuente: jesuitas.lat

P. Arturo Sosa SJ en la presentación del libro «Crisis y desencanto con la democracia en América Latina»

La mañana del 30 de Septiembre, la UCAB y AUSJAL presentaron el libro «Crisis y desencanto con la democracia en América Latina». El Padre General de la compañía de Jesús, Arturo Sosa, S.J., abrió las participaciones con un mensaje que deja en claro la importancia que tiene la búsqueda de la verdadera democracia en América Latina y el mundo.

En su mensaje, el Padre General, nos recordó que la actual preocupación por la crisis sociopolítica del continente y el llamado a la investigación nace por la propuesta de la CPAL en noviembre de 2019, siendo de principal importancia el análisis de las injusticias estructurales para poder entender las raíces del problema y el porqué del descontento de la población con sus gobiernos, expresado claramente en la creciente y legítima protesta ciudadana.

Seguido de esto, recordó el compromiso de la Compañía de Jesús en “la construcción de sociedades auténticamente democráticas, desde un ejercicio ciudadano ético, que toma en serio el cuidado de la casa común, compromiso que la lleva a colaborar activamente” con todo el pueblo de Dios y todos los actores sociales.

En la creación del libro participaron 43 investigadores, 15 universidades de AUSJAL, The Center for Latin American Studies de Georgetown University, la Universidad de Comillas y la coordinación de centros sociales de la CPAL.

La premisa se enfoca en el quehacer universitario pues debe contribuir activamente a una vida digna y plena. A raíz de esta investigación, AUSJAL, se ha propuesto no solo mantener una comunidad unida sino atender la transformación y la incidencia social contribuyendo más activamente en la formación de la ciudadanía, en el desarrollo de programas a favor de la participación política, en el rescate de los derechos políticos, en el control y vigilancia de las instituciones públicas, entre otros elementos claves de la democracia.

El punto de vista desde el cual se aborda la temática va más allá del sufragio popular. La persecución de fines ante la libertad, la paz, la participación ciudadana, el encuentro, la deliberación y la garantía de un espacio donde se salvaguarden los derechos son medios fundamentales para la construcción en común.

La investigación se centra en las condicionantes políticas, sociales y económicas que afectan los sistemas de gobierno de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Nicaragua y Venezuela y las percepciones de los ciudadanos ante el Estado. Uno de los argumentos señala el retroceso de las instituciones democráticas y su relación con la calidad decadente de la democracia dando como alternativa gobiernos autoritarios.

Por medio de La Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina se puede hacer frente a dichas amenazas al mismo tiempo que se proponen soluciones puntuales. Una de las oportunidades detectadas es la “constitución de un observatorio permanente en América Latina desde el cual se le haga seguimiento a los problemas identificados, se evalúan tendencias y se contribuya a construir propuestas que orienten las transformaciones que lleve a la democratización de la política en la región.” Dichas propuestas consistirán en estudios de perspectivas, seguimiento en tiempo real con el propósito de dar alertas tempranas, así como el análisis de coyunturas y comparativos de los países de la región, esto conforma la base de proyectos de incidencia sociopolítica. Adicionalmente se propone dar guía u observación electoral, apoyo técnico a agencias de gobiernos democráticos, organizaciones sociales y políticas defensoras de la democracia.

Esta “excelente y ambiciosa alternativa” forma parte de la agenda de incidencia pública que será propuesta desde la presidencia a la próxima asamblea de AUSJAL en conjunto con el plan común de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América latina y el Caribe. Los núcleos principales de temas oscilan entre la sustentabilidad del hábitat y de los pueblos originarios, el fortalecimiento democrático, el desarrollo sostenible con inclusión e igualdad en temas de salud y nutrición, el afianzamiento de la seguridad ciudadana en la región y la atención a los migrantes y refugiados.

  • Información relacionada aquí

Fuente: ausjal.org

Año Ignaciano: serie de vídeos del P. General

El P. Arturo Sosa SJ, publicará un video cada mes durante el Año Ignaciano para acompañar su libro En camino con Ignacio, y nos invita a recorrer el camino del Año Ignaciano con él.

En este segundo capítulo, el P. General nos invita a pedir al Señor que nos permita reconocerlo actuando a través de las personas, acontecimientos y lugares de nuestra historia personal.