Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús 2019-2029

Al final de los dieciséis meses que duró el proceso en los diversos niveles de la Compañía, damos a conocer las nuevas cuatro Preferencias Apostólicas Universales:

 A. Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento.

 B. Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia.

C. Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador.

D. Colaborar en el cuidado de la Casa Común.

En su carta de confirmación del 6 de febrero de 2019, el Papa Francisco considera que “el proceso que hizo la Compañía para llegar a las preferencias apostólicas universales fue (…) un real discernimiento”. Señala que las preferencias propuestas “están en sintonía con las actuales prioridades de la Iglesia expresadas a través del magisterio ordinario del Papa, de los Sínodos y de las Conferencias Episcopales, sobre todo a partir de Evangelii gaudium”.

El Santo Padre insiste en que “la primera preferencia es capital porque supone como condición de base el trato del jesuita con el Señor, la vida personal y comunitaria de oración y discernimiento”. Añade: “Sin esta actitud orante lo otro no funciona”.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

Dos jesuitas en camino a los altares

El 12 de febrero de 2019, el Papa Francisco recibió en su audiencia al Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos. Durante la audiencia, el Sumo Pontífice autorizó a dicha Congregación promulgar los Decretos relativos a dos milagros, un martirio y 5 virtudes heroicas, gracias a lo cual un jesuita ecuatoriano será proclamado beato y otro jesuita español es reconocido como Venerable.

P. Emilio Moscoso SJ: nuevo beato mártir

Emilio Moscoso Cárdenas, sacerdote jesuita nacido en Cuenca, Ecuador, el 21 de abril de 1846. A la edad de 18 años, tras haber iniciado su carrera de leyes en la universidad, pidió ingresar al Noviciado jesuita de Cuenca. Fue asesinado en Riobamba el 4 de mayo de 1897, durante la pugna entre conservadores y liberales.

Venerable P. Manuel García Nieto SJ

Manuel García Nieto nació en Macotera (España) el 5 de abril de 1894. A los 14 años ingresó en el Seminario de Salamanca.  Más tarde, ingresó a la Compañía de Jesús. Poco después del noviciado fue destinado como padre espiritual al seminario – universidad pontificia de Comillas, en Cantabria. Murió en Comillas el 13 de abril de 1974 y fue enterrado en Salamanca en la Parroquia de San José de los jesuitas.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

Jesuitas de Centroamérica se encontraron con el Papa Francisco

El sábado 26 de enero, dentro del contexto de la JMJ en Panamá, el Papa Francisco hizo un espacio en su apretada agenda para reunirse con los jesuitas y novicios que vivimos y trabajamos en estas tierras.

 Por Javier Ramos S.J.

El encuentro fue sumamente cercano, fraterno y cordial. Esperábamos al Papa en el salón de reuniones de la Nunciatura y cuando entró lo recibimos entonando el canto «En todo amar y servir». Esto sorprendió al mismo Papa, quien bajó la mirada y escuchó con gozo. Al terminar el canto, Francisco nos regaló un rostro sonriente y saludó a cada uno de los que estábamos presentes.

 Luego de que el Provincial presentara a la comunidad jesuita en Panamá, Francisco se vio sorprendido por el número de jóvenes novicios y, entre risas, le pidió al provincial “el secreto” de esta esperanza vocacional. Francisco tomó asiento y nos dijo que le agradaba tener siempre este encuentro con la Compañía cada vez que tenía la oportunidad y que él no tenía “preparado nada formal”, por lo que quería escuchar nuestras preguntas y dialogar con nosotros.

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 Le preguntamos sobre el estado del proceso de beatificación del P. Rutilio Grande. Nos dijo que el proceso seguía avanzando, agradeció el esfuerzo de todos los que hicieron posible completar la documentación necesaria para la causa (de manera especial a Rodolfo Cardenal) y que confiaba que iba por buen rumbo. Hizo énfasis en que la causa era comunitaria, pues junto a Rutilio también fueron martirizados Manuel Solorzano y Nelson Rutilio. Finalmente, nos contó que él tenía una devoción particular por Rutilio y que en su habitación él oraba junto al cuadro del P. Rutilio Grande. Por su parte, el P. Silvio Avilez, maestro de novicios, le preguntó sobre qué insistía él a sus novicios cuando fue maestro y en qué les insistiría ahora. El papa recordó sus años de maestro y sin dudarlo puso su atención en la “claridad de conciencia”; claridad que permite la incorporación auténtica en la Compañía y que posibilita la verdadera entrega de la misión apostólica por parte del superior.

Luego, en una forma más espontánea y libre, cada uno de los presentes tuvimos oportunidad de preguntar aquello que quisiéramos al papa. El papa escuchó atentamente cada una de las preguntas y sus respuestas nunca fueron “de cajón” sino sumamente sinceras, ilustradas con ejemplos de su propia vida y cargadas de anécdotas sabias y jocosas, como las del abuelo de familia que saca antigüedades y novedades de su tesoro.

 También hablamos de nuestro trabajo con los jóvenes y de cómo podíamos hacerlo fructificar; ¡escúchenlos!, nos dijo. Los novicios fueron protagonistas durante el encuentro, el papa los escuchaba con gusto y ellos preguntaban con libertad. Hablamos de nuestro compromiso político como cristianos, sobre el dolor de nuestros pueblos y su sangre derramada, sobre su impresión de Centroamérica (¡Colorido y noble!, así la definió en dos palabras Francisco) y sobre aquello que esperaba de nosotros como jesuitas en la Provincia Centroamericana.

 Francisco nos insistió en la profundización de nuestra historia, en volver sobre aquellas heridas que pensábamos estaban cerradas; que ahí encontraríamos respuestas y claridades para estos tiempos tan convulsos y violentos, pero también tan llenos de signos de esperanza. Nos invitó a recordar agradecidos nuestro testimonio evangélico de liberación durante tantos años, a pedir perdón por nuestros errores, a convertirnos y a seguir adelante en nuestra misión.

 El papa no nos quiere jesuitas acartonados, sino fieles al carisma, pero al mismo tiempo que seamos nosotros mismos; que no olvidemos nuestras raíces, que no reneguemos de nuestras culturas, que nos mantengamos fieles a la fe recibida de nuestros abuelos y fieles al carisma que nos ha reunido, el de la Compañía de Jesús. En definitiva, nos quiere sólidos en estos tiempos líquidos y gaseosos.

 El encuentro, que duró más de una hora, terminó como empezó, lleno de fraternidad y con el rezo del Ave María. Al papa no parecía preocuparle el tiempo, se despidió nuevamente de cada uno de nosotros, pidiendo que por favor rezáramos por él. Y así salió de la sala. Común fue la experiencia de haber estado frente a un hombre sabio, lúcido, bien informado y en continua formación; un hombre que lleva con vigor el peso de la misión dada por Jesús, confirmarnos en la fe.

Fuente: Jesuitas Lationamérica

Ordenación Diaconal de Maximiliano Koch SJ

El pasado 24 de enero fue ordenado diácono Maximiliano Koch SJ, quien pertenece a nuestra provincia. La celebración fue en Inglaterra, donde Maxi se encuentra hoy, estudiando.

El rector del Colegio Seminario, Marcelo Copetti SJ y la familia de Maxi estuvieron presentes en la celebración.

Conectar la Fe con la Profesión

Con frecuencia olvidamos que la vocación cristiana es sólo una, como sólo una es nuestra propia vida, y que descubrirla nos lleva a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos en todos los ámbitos. Otras veces olvidamos que nuestra vocación, que es una sólo se desarrolla si integra todas las distintas dimensiones. En nuestra vida cotidiana, vivir la propia vocación ayuda a entretejer la fe con los acontecimientos que nos suceden. Pero no siempre es fácil encontrarle sentido cristiano al día cuando uno está sentado en una clase de Derecho Constitucional o elaborando un proyecto de Ingeniería Mecánica.

 Conscientes de la complejidad de unir nuestra fe con nuestro modo de situarnos profesionalmente en el mundo nos preguntamos: ¿Qué pueden decirnos el Evangelio y la espiritualidad ignaciana sobre nuestra vocación profesional? Con esta inquietud nacieron los Encuentros “Más Que…”, tratando de ayudar a reconocer a través de dinámicas y oración, testimonios y compartir en grupos, cómo se puede vivir la vocación cristiana en la propia vocación profesional. Los Encuentros “Más Que…” organizados desde la Pastoral MAG+S son encuentros de fin de semana, (generalmente en la Casa de EE de Salamanca) pensados para estudiantes de últimos cursos y profesionales de los ámbitos de la Salud, el Derecho, la Economía y la Empresa y la Ingeniería (y con vistas a ampliar a otras disciplinas en el futuro). En estos Encuentros “Mas Que…” se propone a los jóvenes participantes (21-30 años) conectar sus inquietudes y capacidades profesionales con su fe y el compromiso cristiano, invitándoles a profundizar en su proceso vocacional personal, integrando los estudios y la profesión que les realiza con el Evangelio.

Algunos de los participantes lo expresan así:

  • «Entendiendo que, como profesionales de estos distintos ámbitos, tenemos una misión importante con la sociedad y no podemos simplemente hacer un “paréntesis vocacional”, entre una dimensión y otra de la vida, más allá de un empleo u otro, como seguidores de Jesús queremos manifestar que nuestra acción profesional debe ser por y para un mundo que responda a los valores del Reino de Dios».
  •  «Se trata de una experiencia que busca de forma activa, dinámica y novedosa “darle la vuelta” a la vocación cristiana y a las inquietudes profesionales, en un espacio de calidad para descubrir o re-descubrir la llamada que nos hace Jesús desde nuestros estudios y profesiones a construir Reino y a la vez, compartir la fe e inquietudes personales como cristianos y estudiantes / profesionales».

Fuente: Jesuitas.es

Pensando en seguir a Cristo: Candidatos y Novicios

Durante su paso por Vietnam, el Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa SJ visitó a los jesuitas que se encuentran en la etapa de noviciado y a ‘candidatos’ a la misma, que se están discerniendo su vocación.

Convertirse en jesuita en Vietnam implica, incluso antes de entrar en el noviciado, un camino exigente y, por lo tanto, un alto nivel de motivación para quienes emprenden este camino. Para comprender mejor este proceso, el Padre General dedicó medio día de su estancia en Vietnam a visitar la “Casa para los Candidatos” y el noviciado de la Provincia vietnamita.

Más de 100 jóvenes son parte de este programa. Veinticinco de ellos se encuentran en la etapa de pre-noviciado, año en el que se debe tomar la decisión de solicitar la admisión como jesuita. Los “pre-novicios” viven ya una vida comunitaria, con un director y su asistente que son sus acompañantes en el camino del discernimiento. Los otros candidatos viven principalmente en casas situadas aquí y allá en la ciudad. Todos son estudiantes universitarios porque, en Vietnam, tener un título universitario es un requisito para entrar en la Compañía de Jesús.

El Subdirector, Nguyên Minh Phúc, SJ, presenta en un breve vídeo el programa de los candidatos, que incluye elementos de crecimiento humano y espiritual. Otra presentación muestra en imágenes la vida y las actividades de los candidatos a lo largo de un año: ¡está lleno de vida!

Por la mañana temprana, el Padre General se reunió con los treinta novicios y el equipo de sus formadores en el noviciado de la Provincia de Vietnam. Después de entregar un mensaje de aliento a los novicios, respondió a sus preguntas y recorrió el edificio, que incluye un gran jardín.

El maestro de novicios, el P. Lê Quang Chùng, en una entrevista con el equipo de comunicaciones, explicó: “Los novicios vienen de todas partes del país y entran después de estudiar una amplia gama de temas, como ciencias, humanidades o antropología. No es fácil para ellos hacer su discernimiento a favor de la vida religiosa, porque la cultura del confucianismo y la cultura comunista que los rodean, no los orientan naturalmente hacia el seguimiento de Cristo. Lo que estoy haciendo con ellos, es precisamente ayudarles a ver claramente que el criterio de su vocación religiosa y jesuita, es su determinación de seguir a Cristo, el Cristo humilde, el Cristo siervo. La formación que ofrecemos aquí les ayuda a hacer este discernimiento. Así pueden elegir libremente, gracias al instrumento de la pedagogía ignaciana, la vida religiosa a la manera jesuita, que es un compromiso al servicio de la Iglesia y de la sociedad.

Fuente: jesuitas.es

“Sean Agentes de Reconciliación”

“¡Reconciliación! Sean agentes de reconciliación” Son palabras dirigidas por el P. Arturo Sosa, Superior General de la Compañía de Jesús, a los líderes estudiantiles, en el campus del Ateneo de Manila, en Filipinas.

Era el primer día de la visita del P. Sosa a las diferentes obras e instituciones de la Compañía a lo largo y ancho del las Islas. Resultó ser realmente oportuno que esta primera parada, de su recorrido en uno de los vehículos eléctricos de transporte del Ateneo, tan famosos hoy día en Filipinas, fuera al recién construido Arete Art Complex, donde visitó los trabajos desarrollados en el campus por los estudiantes del propio Ateneo. Como huésped del Rector de la Universidad, P. José T. Villarin, el P. Sosa se reunió con un grupo de estudiantes que representaban los diversos departamentos de la Universidad y los exhortó a ser “agentes de reconciliación”, reiterando la misión recibida por el P. Sosa de los delegados de la Congregación General 36, en la que el resultó elegido para dirigir a los jesuitas.

A primera hora de la tarde el P. Sosa se reunió con más de 200 jesuitas, hermanos, sacerdotes, escolares y novicios en el Centro Cardenal Sin del campus de la Loyola House of Studies. No se trató de un mero saludo protocolario. El P. Sosa fue presentado al auditorio por el P. Primitivo Viray, provincial de Filipinas, que aprovechó la oportunidad para enumerar los muchos desafíos a que se enfrenta la Compañía de Jesús en esas tierras: desde cuidar a los más débiles, a suministrar los apoyos necesarios a la fe del mayor país católico del mundo. En su respuesta, el P. Sosa habló de las líneas maestras de las “Preferencia Apostólicas Universales (PAU)” del ministerio de la Compañía de Jesús en el futuro, tan ávidamente esperadas.

Además, comunicó a los asistentes que las PAU, fruto del discernimiento de todas las comunidades jesuíticas del mundo, a lo largo del pasado año, van a ser presentadas en primera instancia al Papa Francisco que decidirá si representan lo que la Iglesia necesita de la Compañía de Jesús. De esta forma, las PAU no serán un mero documento a compartir, sino una misión real y tangible del Santo Padre a la Compañía de Jesús.

En un turno abierto de preguntas y respuestas, el P. Sosa habló de los desafíos a los que los jesuitas deben enfrentarse si quieren ser coherentes con la misión que transmiten a estudiantes y compañeros: la tibieza con que los jesuitas viven el voto de pobreza; la resistencia a comprometerse con crear una cultura de cuidado de los menores y los débiles; el resurgimiento del “clericalismo”, denunciado por el Santo Padre, como un verdadero cáncer de la Iglesia. Concluidas las tareas del día, el P. General participó de una típica celebración filipina. Entre cantos y risas en la Loyola House of Studies, el P. General hizo a sus hermanos una última exhortación: la de seguir el ejemplo de María, diciendo “SI” a lo que el futuro les tenga preparado.

3 de Enero: Fiesta del Santísimo Nombre de Jesús

El 3 de enero los jesuitas celebramos la fiesta del ‘Santísimo Nombre de Jesús, titular de la Compañía’. Te compartimos algo de sus historia para que sepas de qué se trata y por qué se celebra ese día.

Hasta hace poco la Compañía celebraba su fiesta titular el día 1 de enero, porque ese era el día de la fiesta del Santísimo Nombre de Jesús junto con la fiesta de María Madre de Dios. Con la revisión del calendario universal de 1996 la fiesta del Santo Nombre de Jesús pasó a celebrarse separadamente en el día 3 de enero. La Compañía siguió, a pesar de todo, con la práctica de celebrar la fiesta, junto con la de María Madre de Dios, el día 1 de enero.

El 3 de diciembre de 2012 el P. Adolfo Nicolás, Superior General de la Compañía, hizo pública su decisión de introducir cambios en el calendario litúrgico propio de la Compañía de Jesús para acomodarlo al calendario litúrgico universal de la Iglesia Católica. En adelante, la Fiesta Titular de la Compañía de Jesús se habrá de celebrar el día 3 de enero, Fiesta de Santísimo Nombre de Jesús. Y de esta manera coincide con el día que toda la Iglesia celebra el “Santísimo Nombre de Jesús” y en el que se lee el Evangelio donde se recuerda que María y José “Al cumplirse los ocho días tocaba circuncidar al niño y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel de su concepción” (Lc 2, 16-21).

La Compañía de Jesús celebra el Título de su orden “la cual, ya desde el principio, San Ignacio y sus compañeros quisieron «se llame la Compañía de Jesús» (cfr. Fórmula del Instituto, n. 1) a fin de que, por ese nombre, como por un distintivo, se manifieste el fin, naturaleza y manera de ser de nuestra vocación y vida” [De la introducción a esta fiesta en la Liturgia de las horas. Propio de la Compañía de Jesús].

En este día se celebra el Título de nuestra Compañía; la cual, ya desde el principio, San Ignacio de Loyola y sus compañeros quisieron «se llame la Compañía de Jesús» a fin de que, por ese nombre, como por un distintivo, se manifieste, el fin, naturaleza y manera de ser de nuestra vocación y vida.

Fuente: InfoSJ

El Papa: “El jesuita está llamado a estar en los desiertos de la humanidad”

Discurso del Papa Francisco a los miembros de la Comunidad del Colegio Internacional del Gesù de Roma, Casa de formación de la Compañía de Jesús, a quienes recibió en audiencia, el lunes 3 de diciembre, en la Sala del Consistorio del Vaticano.

“Mirándolos, veo una comunidad internacional, llamada a crecer y madurar juntos. El Colegio del Gesù es y debe ser un gimnasio activo en el arte de vivir, incluyendo el otro. No se trata sólo de comprenderse y quererse unos a otros, tal vez a veces de soportarse, sino de llevar las cargas de los demás. Y no sólo las cargas de la fragilidad mutua, sino también las de las diferentes historias, culturas y recuerdos de los pueblos”, lo dijo el Papa Francisco a los miembros de la Comunidad del Colegio Internacional del Gesù de Roma.

Jubileo: momento de gracia para hacer memoria

En su discurso, el Santo Padre recordó el 50° Aniversario del Colegio del Gesù, inaugurado por iniciativa del Padre Arrupe en 1968 y citando el Libro del Levítico, el Pontífice dijo que, “en el año cincuenta, en el jubileo, cada uno regresará a sus tierras y sus familias, por ello, están llamados a regresar al lugar que les es propio, a desear lo que es esencial y original, a revisitar a aquella familia en la cual Dios los ha generado, donde han profesado la pertenencia a Él. Dios los ha fundado como Jesuitas: este jubileo es un momento de gracia para hacer memoria y sentirse con la Iglesia, en una Compañía y en una pertenencia que tiene un nombre: Jesús”. Ya que hacer memoria, precisó el Papa, es fundarse nuevamente en Jesús, en su vida; hacer memoria es repetir con la inteligencia y la voluntad que en la vida del jesuita es suficiente la Pascua del Señor. No sirve otra cosa, porque formarse es sobre todo fundarse. “Sobre esto – señaló el Papa – les aconsejo regresar al coloquio del servicio para ser como Jesús, para imitar a Jesús. Este es el criterio, este es el camino, si ustedes no logran realizar ese coloquio con el corazón y dar toda la vida, decidido, no serán bien enraizados”.

Formarse es sobre todo fundarse

En su encuentro con los jóvenes jesuitas del Colegio del Gesù, el Papa Francisco los invitó a reflexionar sobre tres verbos: “fundar, crecer y madurar”. Fundarse, dijo el Pontífice, es el primer verbo que quisiera dejarles. Lo escribía San Francisco Javier, a quien hoy festejamos: “les pido que en todas sus cosas, se funden totalmente en Dios”. De este modo, agregaba, no existe adversidad a la cual no se pueda estar preparado. Ustedes – precisó el Pontífice – viven en la casa donde vivió San Ignacio, escribió las Constituciones y envió a los primeros compañeros en misión por el mundo. Se fundan en los orígenes. Es la gracia de estos años romanos: la gracia del fundamento, la gracia de los orígenes. Y ustedes son un vivero que trae el mundo a Roma y Roma al mundo, la Compañía en el corazón de la Iglesia y la Iglesia en el corazón de la Compañía.

Crecer es plantar raíces

El segundo verbo sobre el cual reflexionó el Papa Francisco fue el de crecer. “En estos años están llamados a crecer, hundiendo sus raíces. La planta crece desde las raíces, que no se ven pero que sostienen todo. Y deja de dar fruto no cuando tiene pocas ramas, sino cuando se secan sus raíces. Tener raíces – precisó el Santo Padre – es tener un corazón bien insertado, que en Dios es capaz de dilatarse. A Dios, semper maior, se responde con el magis de la vida, con entusiasmo claro y ardiente, con el fuego que arde por dentro, con esa tensión positiva, siempre creciente, que dice ‘no’ a todo acomodamiento. Es el ‘ay de mí si no anuncio el Evangelio’ del Apóstol Pablo, es el ‘no me detuve ni un momento’ de San Francisco Javier, es lo que impulsó a San Alberto Hurtado a ser una flecha puntiaguda en los miembros dormidos de la Iglesia. El corazón si no se expande, se atrofia. Si no crece, se marchita”.

Crecer es luchar contra la mundanidad espiritual

Continuando su reflexión sobre el segundo verbo, crecer, el Papa Francisco dijo que, no hay crecimiento sin crisis, así como no hay fruto sin poda o victoria sin lucha. “Crecer, echar raíces significa luchar sin tregua contra toda mundanidad espiritual, que es el peor mal que nos puede pasar, como decía el Padre de Lubac. Si la mundanidad afecta a las raíces, adiós a los frutos y adiós a las plantas. Si, en cambio, el crecimiento es un constante actuar contra el propio ego, – precisó el Papa – habrá mucho fruto. Y mientras el espíritu enemigo no se rendirá en el tentarles en buscar sus ‘consolaciones’, insinuando que se vive mejor si se tiene lo que se quiere, el Espíritu amigo los animará suavemente en la bondad, a crecer en una docilidad humilde, yendo adelante, sin lágrimas y sin insatisfacción, con esa serenidad que sólo viene de Dios”.

Dos virtudes del crecer: libertad y obediencia

Asimismo, el Papa Francisco destacó dos signos positivos del crecimiento, la libertad y la obediencia: dos virtudes que avanzan si caminan juntas. “La libertad es esencial, porque donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. El Espíritu de Dios habla libremente a cada uno de nosotros a través de sentimientos y pensamientos; no puede ser encerrado en esquemas, sino que debe ser acogido con el corazón, en el camino, como hijos libres, no como siervos. Deseo – señaló el Papa – que sean hijos libres que, unidos en su diversidad, luchen cada día por conquistar la mayor libertad: la de sí mismos. La oración les será de gran ayuda, la oración nunca debe ser descuidada: es la herencia que el Padre Arrupe nos dejó al final”. Y hablando sobre la obediencia y poniendo como ejemplo a San Ignacio cuando esperaba pacientemente en Villa d’Este, el Santo Padre dijo que, como para Jesús, también para nosotros el alimento de la vida es hacer la voluntad del Padre, y de los padres que la Iglesia nos da. Debe ser una libertad y obediencia en el modo de actuar con los superiores, “creativa”.

Madurar es salir a los desiertos de la humanidad

Finalmente, el Papa Francisco después de reflexionar sobre el fundarse y crecer, reflexionó sobre el madurar. “No se madura en las raíces y en el tronco, sino sacando los frutos, que fecundan la tierra con nuevas semillas. Aquí es donde entra en juego la misión, el estar cara a cara con las situaciones de hoy, el cuidar del mundo que Dios ama. San Pablo VI decía: ‘Dondequiera que en la Iglesia, incluso en los campos más difíciles y de punta, en la encrucijada de las ideologías, en las trincheras sociales, ha habido y hay una confrontación entre las necesidades ardientes del hombre y el mensaje perenne del Evangelio, ahí ha habido y hay jesuitas’. En los cruces más intrincados, en las fronteras, en los desiertos de la humanidad: aquí el jesuita está llamado a estar. Se puede encontrarte como un cordero en medio de los lobos, pero no debe luchar contra los lobos, sólo debe permanecer como cordero. Así el Pastor lo alcanzará allí, donde está su cordero”.

Pasión y disciplina para la misión

Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco destacó que, la pasión y la disciplina en los estudios contribuyen a esta misión. Y siempre será bueno relacionar al ministerio de la Palabra el ministerio de la consolación. “Allí, tocan la carne que el Verbo ha asumido: acariciando a los miembros sufrientes de Cristo, aumenta la familiaridad con el Verbo encarnado. El sufrimiento que ven no los asuste. Llévenlo ante al Crucifijo. Son llevados allí y a la Eucaristía, donde se atrae el amor paciente, que sabe abrazar a los crucificados de todos los tiempos. La paciencia también madura así, como la esperanza, porque son gemelos: crecen juntos. No tengan miedo de llorar en contacto con situaciones difíciles: son gotas que irrigan la vida, la hacen dócil. Las lágrimas de compasión purifican el corazón y los afectos”.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

 

No hace falta ser un “Héroe”

Una reflexión sobre el heroísmo y el servicio en el día de San Francisco Javier.

Pues me extraña que me digas eso… Pienso en Javier solo en un Oriente entonces lejano, desconocido y hostil; pienso en Pere Claver al servicio de los esclavos negros; pienso en Ellacuría testigo de la verdad a pesar de todas las amenazas… Me desconcierta que digas eso…

No me extraña tu desconcierto. También Ignacio de Loyola al comienzo de su conversión se planteaba qué heroísmos le pedía Dios, qué “cosas grandes” tenía que hacer: que si ayunos, que si penitencias extremas, que si entrar en la Cartuja… Y se comparaba con los “grandes”: “si San Francisco hizo esto, yo lo he de hacer”, “si Santo Domingo hizo esto, yo lo de hacer”… Luego descubrió que Dios le pedía algo más sencillo: “ayudar a las almas”. ¿Dónde y cómo? Eso se vería, eso importa menos: lo que importa es, de verdad, “ayudar”.

Para vivir y trabajar en compañía de Jesús, basta con que quieras, de verdad, ayudar y servir a otros

El “héroe” está demasiado pendiente de su proyecto. Un “héroe” ha de ser un triunfador, y está pendiente de su triunfo. Y su criterio básico acaba siendo: aceptar lo que y a quien me ayuda a triunfar y excluir lo que y a quien me dificulta triunfar. El “héroe” es el protagonista de su vida, el centro, el punto de referencia: él no se pone al servicio de nadie, sino que todo y todos han de estar al servicio de su protagonismo.

Para la Compañía de Jesús, para vivir y trabajar en compañía de Jesús, basta (y no es poco…) con que quieras, de verdad, ayudar y servir a otros, especialmente a los más necesitados y pobres. Y ayudar y servir piden, siempre, renunciar a mi protagonismo y muchas veces renunciar a mi triunfo.

¿Y Javier, Claver, Ellacuría… y tantos otros? Hicieron cosas “heroicas” en su servicio pero no se vivieron ni buscaron ser “héroes”. Simplemente servir a los pobres en Compañía de Jesús.

Fuente: Ser Jesuita