Proyecto “Las ollas” – Hogar de Cristo Uruguay

Diego Fernández, voluntario del Hogar de Cristo en Uruguay, habla en un programa de la TV uruguaya el trabajo de las ONG con las personas que viven en situación de calle en Montevideo.

Las cifras del Ministerio de Desarrollo Social dan cuenta de la situación de las personas que viven en situación de calle en la capital uruguaya y constata el aumento del gente que se encuentra en esas condiciones.

Las cifras

Hay 1.651 personas en situación de calle en Montevideo; de ese total, 556 pernoctan en la calle y 1.095 lo hacen en centros de atención. Del total de personas que duermen en la calle, el 94 % son hombres y el 6 % son mujeres.

Los motivos

El 56,4 % afirmó que se debe a la ruptura de vínculos; el 30,2 % por adicciones; el 20,4 % por ingresos insuficientes; el 2,5 % porque salió de la cárcel.

El 62 % de los encuestados estuvo en la cárcel, el INAU o en alguna institución psiquiátrica. El 47 % declara haber tenido algún tipo de conflicto con la ley.

El 60 % afirma que se encuentra solo en la calle, mientras que el 50 % tiene algún vínculo familiar. Otro 50 % dijo tener apoyo de vecinos, comerciantes o compañeros.

Además: 7 de cada 10 trabajan, un 64,2% consume alcohol y el 62,4% consume pasta base.

Frente a esta realidad, los voluntarios del Proyecto Ollas, que vienen trabajando desde hace varios años, usan el plato de comida como excusa para acercarse y establecer un vínculo con las persona. A través de ese vínculo, comienzan a conocer la historia de cada uno y trabajan y alientan a las personas a encontrar el modo de reinsertarse en la sociedad.

Mirá la entrevista completa 

Fuente: teledoce.com

¿Quién es el Hermano Jesuita?

Los hermanos jesuitas de Latinoamérica se reunieron en Bogotá, Colombia del 6 al 12 de julio. Aprovecharon la oportunidad para compartir experiencias y reflexionar sobre la propia vocación, y cómo, a través de ella pueden servir más y mejor en sus países.

Además, durante el encuentro, los Hermanos SJ filmaron un vídeo en el que cuentan cómo viven su vocación. En él, los diferentes participantes responden, dando cuenta de su experiencia personal a preguntas como ¿Quién es el hermano jesuita? ¿Cuál ha sido el mejor momento para compartir su vocación con otros? Y ¿Cuál sería la invitación a un joven (que se pregunta a sí mismo por esta vocación?.

Te invitamos a verlo y escuchar qué respondieron.

Alumnos de la UCC Fabricaron una Prótesis

Dos estudiantes de Ingeniería Mecánica de la Universidad Católica de Córdoba, crearon una prótesis para personas amputadas debajo de la rodilla. Se trata de Paulo Graglia y Santiago Pedernera, quienes desarrollaron este producto como tesis final de su carrera.

La prótesis cuenta con características similares a las de origen alemán que usa la mayoría de las personas, pero, al estar fabricada con productos locales, el precio se reduce a la mitad.

La idea fue concebida por ambos cuando preparaban su tesis para graduarse: “Mi cuñada, que perdió la parte inferior de la pierna en un accidente de tránsito, sin decirme ni pedirme nada, de alguna manera me inspiró para trabajar en este proyecto junto con Claudio”, dice Graglia.

El resultado es un mecanismo ortopédico que permite caminar con comodidad, es liviano (pesa 1,355 kilos) y su costo de fabricación es “50 por ciento menor que el de una prótesis similar de origen alemán que utiliza el 90 por ciento de las personas en nuestro país”, subraya Paulo Graglia.

El mecanismo consta de cuatro partes: pie, tibia-peroné, amortiguador neumático y socket o cono.

Lo más novedoso de la prótesis es “el amortiguador neumático, porque como tal, no existe”, apunta Pedernera. “Tiene dos funciones: retener la energía del paciente y facilitar el paso y, por otro lado, generar vacío para que no se salga, lo que produce un efecto chupete”, explica.

El socket es la parte que entra en el muñón y la realiza un ortopedista a medida de cada paciente para regular la altura y alinear el dispositivo. El pie protésico está construido en fibra de vidrio, a diferencia de las prótesis importadas que están hechas con fibra de carbono. En tanto, la planta del pie se realizó con la novedosa tecnología de impresión 3D.

Para la construcción, se utilizaron materiales disponibles en el mercado local como aluminio, fibra de vidrio y grilon (producto con buena resistencia), aspectos que permiten la reducción en el costo y la disponibilidad para fabricar y abastecer a los pacientes sin depender de importaciones.

Los autores del desarrollo piensan adecuar los requisitos de normas sanitarias y de ingeniería, con el objetivo de que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica autorice su fabricación.

Fuente: La Voz del Interior

Orlando Torres SJ: Secretario de la Congregación

En el día de ayer, los electores votaron para elegir el Secretario y los dos Subsecretarios de la Congregación.

 P. Luis Orlando Torres, de Puerto Rico, perteneciente a la Provincia Centro y Sur de los Estados Unidos (UCS), ha sido elegido secretario de la Congregación. En la actualidad es superior de la comunidad en el Colegio Internacional del Gesù.

El primer subsecretario de la Congregación será el P. Agnelo Mascarenhas, de la Provincia de Goa; actualmente es el Secretario Adjunto de la Compañía de Jesús.

El segundo subsecretario será el P. Patxi (Francisco Javier) Alvarez, de la Provincia de España, en la actualidad es el Secretario para la Justicia Social y la Ecología en la Curia General

La principal tarea del Secretario y los subsecretarios es preparar las actas diarias y presentar los informes a la congregación para ser aprobados. Para obtener más información sobre el Secretario de la Congregación y su papel, haga click aquí.

Fuente; cg36.org

¿Qué Hacen estos Días los Electores de la CG36?

Te contamos qué actividades ocupan la jornada de los jesuitas reunidos en Roma. 

En unos días los miembros de la Congregación General elegirán al XXXI Superior General de la Compañía de Jesús. Hasta entonces, el trabajo de la Congregación se dividirá en dos fases. La primera fase será una discusión del estado actual de la Compañía en el mundo. Los electores ya recibieron de antemano el informe De Statu Societatis (título en latín que significa: “sobre el estado de la Compañía”), que había sido trabajado en los meses previos a la sesión plenaria por un comité ex profeso. Los Electores tendrán la oportunidad de debatir sobre este documento en pequeños grupos de 10 personas cada uno.

Después de la discusión sobre el informe De Statu, la conversación se centrará en diversos temas que van completando el análisis: La situación del mundo actual, situación de la Iglesia hoy, y fidelidad al carisma de la Compañía. También hablarán sobre la promoción de vocaciones, la formación de los jesuitas, la misión universal en una compañía global, vida en comunidad y el enfoque de liderazgo desde el servicio. Otros temas también objeto de conversación serán la colaboración el trabajo en red, solidaridad y comunión en el cuerpo de la Compañía. Las discusiones culminarán con la consideración de los retos a afrontar en los próximos 10 años. 

Estas conversaciones ayudarán a los miembros de la Congregación a tener una idea más clara del perfil del Superior General que la Compañía necesita. Al final de esta primera fase, la Congregación pasará a la etapa de las denominadas murmuratio (murmuraciones). En unos días presentaremos en detalle esta original tradición jesuita que ya es la inmediata preparación para la elección del General.

Fuente: gc36.org

Ciclo de Formación para Padres en el Colegio del Salvador

El Colegio del Salvador (Buenos Aires) ha invitado a los padres de sus alumnos a participar de un ciclo de Formación organizado por la misma institución. El objetivo del mismo fue que los diferentes encuentros funcionaran como espacios que permitieran a quienes, desde distintos lugares, forman parte de la comunidad del Colegio, hacer una pausa para reflexionar sobre el rol de la escuela y la familia en la vida.

Por otra parte, para cada nivel educativo (inicial, primario y secundario), se ofrecieron charlas relacionadas con las problemáticas que, por lo general, enfrentan los alumnos a cada edad. Con ello se busca fortalecer el rol de la familia en la educación de los hijos y su acompañamiento en los aprendizajes.

Aprovechando la temática del Año Jubilar de la Misericordia, las charlas fueron una invitación a considerar la experiencia de Misericordia que se hace en el ámbito familiar.

Durante los cuatro encuentros que se dieron en los meses de Mayo, Junio, Agosto y Septiembre se abordaron las siguientes temáticas:

  • • La Comunicación en la Familia: una Actitud de Misericordia, a cargo del Padre Javier Rojas SJ
  • • Familia y Colegio: Construyendo Vínculos que Educan, por María Eugenia Arias y Lucía Argibay Molinas.
  • • La Familia a la Luz de la Misericordia. Reflexiones a Partir del Sínodo de la Familia, brindada por María Marcela Mazzini.
  • • La Familia, Escuela de Misericordia y Solidaridad, a cargo del Padre Ángel Rossi SJ.

 

¿Se Acabaron los Momentos de Reflexión?

¿Cuánto pueden afectar las nuevas tecnologías y los dispositivos electrónicos a nuestra capacidad de reflexión, contemplación y hacer silencio interior? Una reflexión sobre un tema que interesa y preocupa a muchos.

Por Teddy Wayne

Hay muchos momentos a lo largo de un día cualquiera en los que, en otra época, a falta de material de lectura impreso pensaba y miraba a mi alrededor: lo hacía mientras caminaba o esperaba en algún lado, tomaba el metro, me recostaba en la cama sin poder dormir o hacía acopio de fuerzas para levantarme.

Ahora, en cambio, en estas situaciones a menudo tomo mi celular. El último lugar donde hoy tengo garantía de estar a solas con mis pensamientos es la ducha.

“Encontrar momentos para dedicarse al pensamiento contemplativo siempre ha sido un reto, ya que siempre hemos estados sujetos a la distracción”, afirma Nicholas Carr, autor de “The Shallows”. “Pero ahora que llevamos con nosotros estos dispositivos multimedia todo el día, esas oportunidades se vuelven aun menos frecuentes por la sencilla razón de que tenemos esta capacidad de distraernos constantemente”.

En un mundo donde un teléfono o un ordenador casi nunca están fuera de nuestro alcance, ¿estamos eliminando la introspección en momentos que podrían haber estado dedicados a eso? ¿Acaso la profundidad de esa reflexión está en peligro porque nos hemos acostumbrado a buscar la gratificación inmediata de los estímulos externos?

Si los datos indican algo, la mayoría de nosotros utiliza los teléfonos más de lo que creemos: los participantes en el estudio calcularon que utilizaban los dispositivos 37 veces durante el día pero el número real se acercó a 85.

Si estás despierto durante 16 horas, encender o revisar tu celular 85 veces significa hacerlo aproximadamente una vez cada 11 minutos (eso sin contar las veces que utilizamos internet en una computadora), y 5,05 horas son más del 30 por ciento del día. ¿Qué efecto podría tener este comportamiento compulsivo en la reflexión?

Parece contradictorio decir que estamos entrado a una fase cultural irreflexiva, ya que nuestra época tiende a ser criticada por su ensimismamiento. No obstante, con frecuencia expresamos nuestro solipsismo de manera externa en vez de explorarlo internamente, con más énfasis en las imágenes que nunca antes. Cuando hay texto, los nuevos medios como Instagram por lo general dejan de lado el papel del lenguaje.

Las selfies son algo muy obvio en este caso particular, pero consideremos un tuit. Su brevedad tiene la longitud perfecta para un aforismo y poco más (a menos que alguien publique una secuencia).

Internet suele recompensar la velocidad por encima de cualquier otra cosa, una cualidad que contradice al pensamiento deliberativo. Además, nuestra hambre de velocidad va en aumento conforme mejoran las tasas de transferencia de información.

“Eso apunta a que, conforme nuestras tecnologías incrementan la intensidad de la estimulación y el flujo de cosas nuevas, nos adaptamos a ese ritmo”, dijo Carr. “Nos hacemos menos pacientes. Cuando surgen momentos sin estimulación comenzamos a sentir pánico y no sabemos qué hacer con ellos, porque nos hemos entrenado para esperar esa estimulación: nuevas notificaciones, alertas y similares”.

Esto a menudo se traduce en el discurso que define internet como una demanda de “momentos estimulantes”, inmediatos y superficiales, en vez de juicios sopesados con cuidado, ya sea sobre asuntos serios o triviales.

Carr también señaló los argumentos contrarios: formular pensamientos relativamente simples en internet puede producir otros más complejos mediante intercambios en tiempo real con la gente, y puede que las personas cuyo reflejo es publicar algo con prisa en vez de pensar en ello, tampoco habrían sido los pensadores más deliberativos en una época anterior a los teléfonos inteligentes.

Aun así, Carr considera que nuestro rumbo actual indica “la pérdida de la mente contemplativa”. “Hemos adoptado el ideal mental de Google, que consiste en tener una pregunta que se puede responder rápidamente: Preguntas finitas y bien definidas. Perdida en esa concepción está la idea de que también hay una manera abierta de pensar con la que no siempre estamos tratando de responder una pregunta. Estás intentando ir al lugar al que ese pensamiento te lleve. Como sociedad, estamos diciendo que la manera de pensar ya no es tan importante. Se ve como algo ineficiente”.

Fuente: New York Times

Reflexión del Evangelio, Domingo 25 de Septiembre

Evangelio según San Lucas 16, 19-31

Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: “Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan”. “Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí”. El rico contestó: “Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento”. Abraham respondió: “Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen”. “No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán”. Pero Abraham respondió: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán”.

Reflexión del Evangelio – Por Maximiliano Koch

Al escuchar la lectura que la liturgia propone para este domingo, podemos caer en la tentación de fijar la mirada en el rico y examinar nuestras vidas en torno a él: la ropa que uso, ¿puede asemejarse al púrpura y lino finísimo que usaba? Mis comidas, ¿son como aquellos banquetes que celebraba, mientras hay gente en la calle que busca en la basura algo para saciar su estómago? ¿Seré juzgado y –por estas actitudes- condenado cuando llegue el final de mis días en este mundo.

La tentación de identificarnos con el rico tiene sentido: al igual que él, deseamos tener éxito en nuestras vidas, ser reconocidos, admirados. Deseamos que nuestro dinero pueda comprar todo aquello que se nos ofrezca. Y estamos tan enfocados en estos objetivos que olvidamos a los demás o sentimos que su suerte poco tiene con la nuestra.

Por el contrario, resulta casi imposible identificarnos con Lázaro. Ese “pobre” representa todo aquello que tememos: ser fracasados, rechazados, dependientes, olvidados, sin acceso al mundo material. Él es aquello que nosotros no queremos ser. Por ello, no podemos y no queremos –aunque de ello dependa la salvación eterna- ser Lázaros que habitan en este mundo.

El juicio de Abrahám parece inflexible y cuestiona nuestro estilo de vida. No sólo pone en jaque lo que tenemos y lo que hacemos, sino también nuestro modo de juzgar a los demás. El Evangelio parece ponernos en una encrucijada: ¿cuál salvación prefiero? ¿La de aquí, que puedo tocar y gustar y que me pone en sintonía con el modo de vivir de la sociedad? ¿O aquélla, que no sé bien en qué consiste, que se trata solo de una promesa y que, además, implica romper con los cánones sociales?

Pero no se trata de escoger entre dos “salvaciones”, la de este mundo o la del otro. Se trata de escoger si deseo vivir desde el temor o desde el amor.

Vivir desde el temor a ser Lázaros nos lleva a centrarnos en nosotros mismos procurando escapar de la debilidad, a la que asociamos con el sufrimiento. Esto nos lleva a imponernos sobre otros, mostrarnos fuertes e impermeables ante las necesidades de los demás. Pero en esta necesidad de ser fuertes, no sólo lastimamos a otros, sino que rechazamos una parte importante de nosotros mismos.

El Dios que Jesús ha revelado nos invita a una vida distinta, donde sea el amor lo que conduzca nuestros pasos para adoptar las opciones más profundas. Este Dios no quiere que le temamos, sino que acojamos su amor. Se muestra como un Padre que nos espera, acompaña, acoge, sostiene. Un Dios que es todo amor y espera que nuestra respuesta sea también de amor, jamás de temor. Y nos invita a que nos relacionemos con otros hombres bajo los mismos principios y códigos.

Tendremos que aceptar y asumir nuestra condición de debilidad, la misma que Jesús asumió cuando se encarnó. Tendremos que aceptar que no podemos ser dioses y no podemos escapar de la muerte, la soledad, la enfermedad, los sufrimientos y, aún, de profundos dolores que otros hombres pueden causarnos. Porque, en definitiva, la vida a la que Jesús nos invita implica poner nuestras vidas en las pobres manos de otros –tal como hizo Lázaro- sin olvidarnos de acoger, con nuestras pobres manos, otras vidas –tal como debió hacer el rico, que no tiene nombre en el Evangelio-. Pero no desde el temor, sino porque se nos ha mostrado que en esto consiste ser profundamente humanos.

Universidades Comprometidas con el Medio Ambiente

Inspirados en la encíclica ‘Laudato SI’ y su llamado a cuidar la casa común, un grupo de jóvenes universitarios ha tomado la iniciativa y se dedica a evaluar y pensar modos de proteger el medio ambiente desde el modo mismo de funcionar de la Universidad.

ReciDar es un proyecto estudiantil que se lleva adelante en la Universidad Católica del Uruguay (UCU) que trabaja por la sensibilización y concientización de la importancia de la gestión de los residuos y las políticas de desarrollo sustentable. En la actualidad lo integran 14 estudiantes de varias carreras, tres docentes y dos ex alumnos. El pasado 28 de julio, en el marco de las Jornadas Universitarias de la UCU, hicieron una exposición de sus proyectos y tópicos de discusión e interés.

Las Jornadas Universitarias fueron un espacio de encuentro que reunió a docentes, funcionarios y gestores de la Universidad Católica bajo el título «Profesionales para el cuidado de la Casa Común”. El objetivo de estas Jornadas fue evaluar el camino que la universidad viene haciendo en el rediseño curricular, desde el enfoque particular de la Encíclica del Papa Francisco Laudato Si’. Además, se abrió la invitación a compartir diversas experiencias relacionadas con el cuidado del medio ambiente.

Así, entre los distintos intervinientes en las Jornadas, la Universidad otorgó la oportunidad de exponer sus actividades al grupo universitario ReciDar. Tal y como señala Agustín Labat, integrante del mismo, el proyecto tiene dos objetivos: «explicar quiénes somos y qué hacemos, y mostrar nuestra disponibilidad para que entre todos logremos avanzar en un tema que, tal y como señalaron tanto el padre rector Eduardo Casarotti sj, como también el rector de la Universidad Pontificia de Comillas, Julio Martínez sj, son fundamentales para la Misión de la universidad”.

La presentación, que estuvo a cargo del estudiante de Recreación Miguel Rodríguez, comenzó con una cita de la Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco: “Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos” (Laudato Sí, 13). “Vemos a esta oportunidad de contarles sobre nosotros como un principio de respuesta a esa preguntas de la que habla Francisco”, señaló el joven.

Rodríguez explicó que el equipo de ReciDar, trabaja en dos planos distintos: “las Intervenciones y sensibilización de la comunidad universitaria, por un lado, y la reflexión en pos de una mejora permanente de la gestión de residuos en la universidad”.

En este sentido, Rodríguez destacó que la UCU forma parte de la Red AUSJAL de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) que ha puesto entre los intereses de las universidades que forman parte de ellas, la gestión de recursos ambientales y culturales; y la educación ambiental. Luego, el estudiante llevó su exposición hacia el tema particular de la gestión de residuos, el consumo de agua, de papel y cartón y de electricidad en la UCU.

Fuente: Prensa UCU

 

El miedo

Una reflexión sobre lo que dejarnos llevar por el miedo puede hacer en nuestra vida y cómo podemos hacerlo a un costado.

Por Robert Bonnet

Después de décadas de andar deambulando por el planeta Tierra, a veces me he visto forzado a aprender que mis miedos son mayoritariamente imaginarios. He estado temeroso de estar solo, temeroso de vivir en la pobreza y no ser capaz de proveerme a mí mismo las necesidades básicas tanto mías como aquellas de otros. He estado temeroso de los desafíos, como por ejemplo cuando me enfermé de vértigo y tuve que dejar de trabajar por muchos meses teniendo que proveer dinero para cubrir las necesidades para mi esposa y mis niños pequeños. También he experimentado temor cuando decidí depositar todo el dinero que me quedaba después del divorcio en la bolsa de valores, y luego lo perdí. Sí, yo todavía estoy aquí.

¡Qué caro suele costarnos el dejarnos llevar por el miedo! Probablemente, ningún villano o criminal, desastre ecológico o natural haya causado tantos estragos en la vida de las personas como el miedo.

Y quizás nos preguntemos de dónde es que viene este sentimiento. Lo interesante es que el miedo se alimenta de nosotros mismos. Es un virus emocional que nosotros cultivamos.

Permitir que este virus crezca y se propague, no sólo tiene consecuencias en la vida personal, sino en el curso de la Historia. Mirando hacia atrás, el miedo ha sido el detonante de la mayoría de los horrores y miserias entre los seres humanos.

Cuando miro hacia delante, pienso en el tiempo que aún me queda por vivir, prefiero imaginar que vendrá acompañado de oportunidades de hacer mi vida mejor y más plena de lo que ha sido hasta ahora. Trato de imaginarme el mejor camino que debo escoger. Es entonces cuando el miedo aparece como un resorte saltarín, gritándome: ¿Qué vas a hacer si tú no tienes una entrada de dinero fija? ¿Dejarás tu profesión atrás? ¿En que contribuirá esta decisión a tus procesos mentales?

Esta instancia es inevitable en la previa a tomar cualquier decisión. La pregunta aquí es, ¿cómo hacemos para que estos miedos no nos condicionen? Creo que la respuesta está en tratarnos a nosotros mismos con respeto y amor. No podemos dar lo mejor de nosotros a los demás si no creemos en eso. Si la compasión no es practicada primero en nosotros mismos, ¿cómo podemos compartirla?

La vida no solo está diseñada por el amor en sí mismo, sino está llena de ejemplos de generosidad y alegrías, amistad y grandeza. Leí un artículo sobre dos hombres discapacitados, uno ciego, y el otro un doble amputado, los cuales pasaron sus últimos trece años replantando árboles en una parcela de 8 hectáreas de tierra en una zona rural China con la intención de prevenir que las inundaciones destruyan su pequeño pueblo así como también mejorar el ambiente. Ellos recibieron una pequeña suma de dinero del gobierno local por sus esfuerzos.

Hasta el momento, ellos han plantado un estimado de 10.000 árboles. Los habitantes del pueblo los ayudan a arreglar sus herramientas, a veces cargando los arbustos que van a ser plantados. Haixa recibió noticas recientes de sus doctores sobre la posibilidad de recobrar la visión de un ojo en un futuro cercano. Haixa todavía insiste en que él continuará plantando árboles hasta el día de su muerte.

Si alguno de estos dos hombres se hubiera dejado llevar por el miedo, nunca habrían podido hacer un bien tan grande. Estos hombres son ejemplo a seguir para tantos a los que nos cuesta confiar en la grandeza de lo que podemos hacer si lo hacemos con amor.

Dorothy Thompson, una periodista estadounidense y locutora de radio, una vez dijo que sólo cuando ya no tenemos más miedo es cuando empezamos a vivir. Tenemos tantas virtudes dentro de nosotros, tanto potencial para hacer lo que queramos y lograr todo lo que deseamos. No hay limitaciones. El destino es un concepto errado. Nosotros somos los ingenieros de nuestras propias vidas. Quizás la discusión que está en juego es sobre seguir haciéndole caso al miedo, que es, principalmente, la diva sobreactuada de una novela. La única cosa a la que tenemos que tenerle miedo es al miedo en sí mismo.

Fuente: Teología HOY